Cada dos años, nos llega a nuestros televisores una mini-serie de una temporada o como mucho dos y que yo lo llamo “las joyas bianuales”. A estas producciones no les interesa perdurar temporadas y temporadas, porque ya tienen un final cerrado y la trama se sigue durante toda la serie aunque vayan surgiendo nuevas tramas y misterios. En 2003 nos encontramos con ‘El Pantano’, en 2005 Ida y vuelta sorprendería con ‘Motivos Personales, en 2007 con ‘Círculo Rojo’ y en 2009 con ‘Acusados’. Globomedia se ha encargado de continuar la tradición de las joyas bianuales en 2011 con ‘Punta Escarlata’. Voy a hablar muy abiertamente de esta serie, así que si no la has visto y quieres verla, lee bajo tu responsabilidad porque está lleno de spoilers.
Nos hemos encontrado con nueve capítulos cerrados y sin relleno como ocurre en ocasiones para completar los 13 capítulos normativos. Todo narrado de una manera rápida contándonos los hechos colaboran a que el espectador se adentre en la historia. Es también lo bueno de que ya estuviese toda grabada antes de que comenzase a estrenarse, que ya estaba todo entrelazado y sin posibilidad de cambios según la audiencia de los primeros episodios. Dos años ha estado la serie en la nevera, por lo que se ha hecho de rogar para los que la esperábamos. Y dos años en los que ha habido cambios de cadena debido a fusiones. También se nota que no se han grabado actualmente en el tema de tecnología en lo que de atrezzo se refiere. Me costaba creerme que Bosco, con lo pijillo que es, fuese a Punta escarlata con un mapa en papel y sin GPS, por poner un ejemplo. Cuando por fin se estrenó, la cadena parece que no sabía ponerle horario, ubicándola casi a las doce de la noche. Menos mal que rectificó, porque si no a las chicas del cámping habría empezado a sospechar que les mató la programación.
Arte ha hecho un trabajo genial consiguiendo una ambientación excelente. Después en cuanto a realización creo que se han pasado un poco con los trasfocos y el tema de poner una ramita borrosa en primer plano y ya en segundo los protagonistas. Y ya en cuanto a la fotografía o el etalonaje, se les ha ido de las manos el color amarillo. Señores, estábamos haciendo ‘Punta Escarlata’ y no ‘Los Simpsons’.
Antonio Hortelano y Carles Francino (Max y Bosco) |
Max y Bosco son los protagonistas, dos policías que forman una pareja clásica, diferentes entre ellos. El primero, interpretado por Carles Francino, es muy calculador y meticuloso, mientras que el segundo, Antonio Hortelano del que ahora hablaremos, es más intuitivo y de actuar en el momento. Conforme avanza la serie parece que los roles se van cambiando, cosa que se agradece porque vemos que los personajes tienen una evolución y no son planos. Bosco comienza a fiarse de las premoniciones de una niña y Max cumple todas las reglas para descubrir los treque manejes del sargento Reyes. No obstante, y aunque pienso que los dos policías están muy bien definidos, en ocasiones parecía que hacían cosas que no iban con ellos, como besarse con su prometida delante de una mujer que se acaba de suicidar el uno, o irse a Punta Escarlata a investigar unos hechos y sólo pensar en acostarse con la guardia civil el otro. Pero en general, y lo vuelvo a decir, me han parecido unos buenos personajes interpretados por dos grandes actores. Carles, como siempre, consigue que nos creamos sus actuaciones, pues es muy bueno. Antonio podría haber cambiado un poquito su físico porque muchos veíamos a Quimi, que había acabado el instituto y se había metido en la Policía Nacional. Eso sí, ha demostrado que es mucho más que aquel personaje que hizo y que está preparado para desencasillarse.
Después hay otros dos personajes con también mucho protagonismo. Lucía y Marcos. Ellos son Nadia de Santiago y Álvaro Cervantes, dos de los mejores actores veinteañeros. Cuando conocí a Lucía algo me echó un poco para atrás: que tuviese poderes. Claro, porque si tiene premoniciones y nos metemos dentro de la ciencia ficción, ya todo vale, entonces puede que como se resuelvan las cosas no sean convincentes, pero aaah, como es ciencia ficción… Después la conocí más, veía seguía previendo las cosas y cómo sufría haciéndolo. Pero oye, tenía la esperanza de que al final se resolviese y supiésemos por qué veía cosas. Y por eso empecé a crear mi teoría a mitad serie que ahora os expongo: El otro violador que estaba con el médico aquella noche era el padre de Lucía. Así se podría entender que tuviese visiones ella, por algún gen biológico o algo por el estilo. Y también por ahí encontraríamos alguna justificación al suicidio de la madre, que sería porque se hubiese enterado de la noticia. Pero no. Y Marcos ha sido un personaje que nunca hemos sospechado de él porque le veíamos siempre su actitud de niño bueno y preocupado por Lucía.
El resto de personajes, muy bien definidos y con contrastes entre ellos, aunque también un tanto estereotipados. En el pueblo de Punta Escarlata nos encontramos con un guardia civil corrupto, una ayudante adicta al sexo, un camello psicópata, el hippie trastornado y resentido, un batería drogadicto, la dueña del camping que fue puta, la empleada yonki, la alcaldesa, el tendero, el doctor, la mujer de éste que le engaña con todos, su hija pequeña siniestra, el cura que liga por Internet… Y en la pandilla de los jóvenes también está la chica borde, la chica sexy, su novio pijo y fumeta, la guiri empanada y la niña emo.
Fernando Cayo en el papel del sargento Reyes. |
Los entresijos gustaban, los veíamos con atención y nos quedábamos enganchados hasta que acaban con el subidón ese que te hace desear ver ya el siguiente episodio. Pero estas “joyas bianuales” tienen la caracterización de que aunque disfrutes viendo capítulo a capítulo, hacen que necesitemos saber el final. Por tanto, si sabemos que dura 9 capítulos y en el 7 sospechamos de alguien que te lo están dejando claro, cuidado, que ya sabemos que algo pasará con él, pero no es el malo de la película. Por tanto, aunque los ocho primeros capítulos de ‘Punta Escarlata’ han sido brutales, es imprescindible hablar del final, ese buen e inesperado desenlace, pero también surrealista y con cabos sueltos.
Posiblemente al haber visto las series que he nombrado al principio y otras como por ejemplo ‘El internado’, parece que ha disminuido el factor sorpresa porque la estructuras siempre es similar, aunque he de decir que me sorprendió, pero algunas cosillas no tanto. El ritmo fue ejemplar, y todo muy bien dosificado, pero parecía que nada estaba justificado. Me refiero a lo que comentaba de los poderes, a lo de la madre… Pero volvamos a hablar de Marcos ya refiriéndonos al final. Me gusta que fuese él el asesino violador, porque era de quien menos podríamos sospechar. Algo no cuadraba. Se esperaron hasta último momento para resolverlo de un plumazo. Venga, que la serie está a punto de acabar. Raquel, la chica que está en el hospital recuerda de repente que él fue quien le atacó. En el mismo momento, la hermana pequeña le pregunta a su madre que por qué Marcos mató a su perro. ¿Alguien sabe por qué en ese momento y no antes? Yo tampoco. Y mientras tanto, sin ninguna explicación, Bosco deduce con un razonamiento poco creíble que el joven es el asesino que está cometiendo los crímenes en la actualidad. Estos hechos se va entrelazando. Todos los personajes, a la vez que los espectadores, descubrimos que Marcos es el malo. Quedan pocos minutos para que acabe la serie. Ah, pero es que al mismo momento, él está intentando matar a Lucía. Todo a la vez. Es que hay una coordinación en escasos minutos… Que dura tan poco que no nos dan tiempo a disfrutarlo.
Minutos antes, cuando se descubre que el calvo era el asesino, a mí no me convenció. Esperaba que ocurriese algo más, porque él había sido un personaje muy secundario y no habría sido justo cara la audiencia habernos hecho sospechar de todos y descubrir que el asesino era un secundario. Así que cuando se sabe que el malo malísimo que ha cometido más crímenes que nadie era uno de los protagonistas, me quedé satisfecho. ¿Pero por qué de repente es Marcos? ¿Porque está traumatizado e imita a su padre? Puede que el asesinato a la chica emo estuviera justificado en plan venganza, pues es la hija del violador de hace ocho años, aunque lo que nos han demostrado es un chico con doble personalidad que comete los crímenes casi sin intención de hacerlo, pero consiguiendo placer.
Después hay personajes que creo que han estado simplemente para despistar, pero que no han tenido tramas y han estado un poco desaprovechados como el tendero, el padre de Lucía o el cura.
No quería acabar esta crítica sin compararla con ‘Círculo Rojo’. El comienzo de ‘Punta Escarlata’ me recordó bastante a la serie por sus puntos en común. Hay que buscar quién violó a unas chicas unos años atrás. Violación. Chicas jóvenes. Hace años. ¿Quién fue? Como comienzo era muy similar, solo que las de la Punta murieron y ahora lo resuelven unos polícias, y las del Círculo no y son ellas quienes llevan la investigación. Habían muchas diferencias, así que intenté no influenciarme porque iba a ver una serie diferente. Y así lo he hecho. Pero cuando ha acabado, (dejad de leer quienes no hayáis visto la serie de 2007), me ha vuelto a dar esa sensación. De haber estado viendo ‘Círculo Rojo’ en la playa. Cada vez se complicaba más, los violadores iban muriendo, aparecían nuevos implicados en los hechos de “aquella noche”. Y Lucía, una de las que más ganas tiene de que acabe la investigación le contaba todo a su novio, a su chico de confianza: Marcos. Andres, el personaje de María Botto en ‘Círculo Rojo’ también necesita saber quién es el culpable y le contaba todo a su novio, a su chico de confianza: Felipe. Pues Marcos y Felipe, cada uno en su serie, han acabado siendo los grandes malísimos. Y es estos aspectos en los que me ha costado verme impresionado en este final de ‘Punta Escarlata’.
No obstante, me parece que ha sido una serie brillante y espectacular. Muy recomendable a todos, aunque si has leído esto es porque ya has visto la serie, y si no, más te vale no haberla leído porque la he descuartizado bastante.
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