Entrevista a Guillermo Barrientos
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Guillermo Barrientos |
"En la tele ha habido una gran revolución desde ‘Médico de familia’"
Guillermo Barrientos es un joven actor al que hemos podido ver en varias series, y la persona idónea con la que hablar de su trayectoria (principalmente de 'SMS', 'El castigo' y 'Hay alguien ahí') y de cómo está el panorama televisivo actual. Vamos allá:
Tu primer trabajo importante fue en ‘SMS’, de la Sexta una cadena que acababa de nacer y empezó apostando por series como esta. ¿Esto te asustó o por el contrario te animo a enfrentarte a esta oportunidad?
En ese momento, lo piensas, y no eres del todo consciente. Me acuerdo que había hecho un episodio de El comisario y de repente me llama Luis San Narciso. Había oído hablar de él y era un tío muy importante y recuerdo una frase un poco de vaticinio de mi madre que era: “El día que te llame este hombre, verás, y algún día te llamará”, típico que te dice tu madre. Efectivamente me llamo y tuve una reunión con él muy amena y me hablo de un canal nuevo y una serie nueva. Hice la prueba y entré.
¿Qué es lo que se te pasa por la cabeza cuando te hablan de un canal nuevo?
Luis San Narciso me habló sobre todo de la serie. Que iba a ser juvenil y que creían que suponía una buena oportunidad. Me hablaba con una humildad que yo flipaba. No podía dejar de pensar: Dios mío, estoy hablando con este hombre que ha hecho los castings más potentes de cine y de televisión de los últimos años. Y así empezamos, nos conocimos todos ahí y empezamos a hacer aquello que no podíamos imaginar que iba a ser el comienzo de una carrera para todos nosotros.
Muchos comparan la serie de ‘Al salir de clase’ con ‘SMS’ por la gran cantidad de actores jóvenes que se dieron a conocer. ¿Qué opinas de esta comparación?
Me acuerdo de la rueda de prensa inicial que estaba Daniel Écija, y empezó a hablar de los chicos y chicas Almodóvar y él decía: “Yo reivindico los chicos y chicas Globomedia”. Si que es cierto que dijo en ese momento que éramos una especie de cantera, yo no sabía hasta que punto, porque tenía 21 años y no sabía como funcionaba eso, no sabía si era algo de marketing pero realmente así fue porque después todos hemos trabajado.
Cuando se emitió la serie, La sexta era un canal nuevo y no la tenían sintonizada todas las televisiones ¿Cómo influyó esto a la serie?
Sí, es cierto, aún no había TDT. Por eso la volvieron a emitir y creo que fue durante tres veranos que la pusieron y entonces en tres veranos la repercusión fue mayor. Después de 5 o 6 años, porque creo que esto fue en el 2006 que la gente me veía y me seguía hablando de esa serie más que de otro trabajo que haya hecho posterior.
Después llegaría el personaje de Iñigo en ‘Hay alguien ahí’ y vuelves a estar en la misma situación que antes en el sentido de que es una serie que también pertenecía a una cadena relativamente nueva y además era la primera serie de terror en España.
Antes de La Sexta hice una serie pequeñita en Cuatro ‘Corta-t’, junto a Adrián Lastra, que paso inadvertida. Arranqué dos cadenas con dos series y luego volví otra vez a Cuatro cuando la cadena ya estaba asentada con un proyecto que era muy novedoso. Además con una producción muy elaborada, muy cuidada..
¿Cómo fue enfrentarse a esto?
Después de acabar ‘SMS’ descubrí el lado jodido de esta profesión, porque si bien había empezado la escuela de teatro y me salían cosas una detrás de otra y no me daba tiempo a pensar. Terminó ‘SMS’ y estuve casi un año sin trabajar y la mayoría de mis compañeros empalmaron prácticamente. De repente me di cuenta de lo complicado que era esto y pensé: “Joder, ellos trabajan y yo no”. Es algo que no puedes evitar. Llegó un momento que yo estaba súper escéptico con todo este mundo y sólo centrado en mi carrera porque me estaba licenciado en Ciencias Políticas. De repente salió ‘Hay alguien ahí’ y la serie de ‘El castigo’; todo a la vez. Hice ese verano ‘El castigo’, que además me salió de un día para otro porque me dijeron que empezábamos a rodar dentro de cuatro días y que yo era uno de los protagonistas, y ‘Hay alguien ahí’ que fue dos o tres meses después. Me di cuenta sobre todo de que este mundo es muy aleatorio e irregular.
¿Se pasa miedo rodando una serie como ‘Hay alguien ahí’? ¿Hasta qué punto te puede llegar a influir lo que vive tu personaje?
Soy un poco escéptico con el tema paranormal, pero le tenía respeto. La serie, me consta, de familiares, de amigos, de gente que me decía que no la veía porque pasaban miedo. Había gente que lo pasaba mal y hay algunos que aunque no lo lleven bien les gusta verlo y otros que directamente no se asustan y gente que no lo puede ver, por ejemplo mi hermana. Por mi parte, intentaba aislarlo, si que es verdad que hubo alguna cosa ahí, en una de las escenas haciendo una movida con la ouija, donde de repente una vela me quemó la manga de la camisa y de repente había una llamarada y yo: “joder, un volcán”. (Risas). Tenía ese gancho de que la gente que le gusta ese género, se enganchó mucho.
Tu personaje en ‘SMS’ y en ‘Hay alguien ahí’ eran dentro de lo que cabe chicos buenos comparados con los que interpretaste en ‘El barco’ o en la película ‘Secuestrados’. Sé que te gusta hacer de malo, ¿por qué?
Creo que tiene más cosita. Por ejemplo, el personaje de ‘Hay alguien ahí’ era muy puro, un tío muy blanco, de buenos sentimientos, de querer que todo vaya bien. Son personajes tan buenos que a veces te agotan; es como si les faltará un poco de pimienta, son más lineales aunque tienen sus conflictos desde el sufridor, pero más pasivo, más por lo que le ocurre, lo que le genera la gente a su alrededor, o por los demás porque le atacan. El malo tiene sus conflictos pero es más proactivo y tienen un resentimiento, una culpa o un complejo. Tienen personalidades más complicadas los malos. Pero bueno, venía de una serie como ‘Hay alguien ahí’ de dos temporadas y de repente me tocó hacer de malo y en ‘El castigo’ el personaje era también bastante cabroncete aunque era víctima y como venía de eso, de repente hacer otra cosa fue genial.
Quizá con los personajes malos se pueden utilizar más recursos interpretativos...
Sí, porque tienen varias capas. Aunque también hay personajes buenos que tienen una personalidad muy variada, que quieren hacer el bien pero luego cambian. Pero en el caso del personaje de ‘Hay alguien ahí’, era tan bueno, tan puro.Era un poco picaron con las tías (risas) pero por los demás, era un buenazo.
En ‘El Castigo’ interpretabas a un personaje que encarcelaban y le obligaban a realizar determinadas actividades, ¿cómo te preparaste este personaje?
Fue a toda mecha. Me acuerdo que venía de hacer la prueba de cámara de ‘Hay alguien ahí’ y era verano y yo estaba flipado porque me había salido una serie que tenía una pintaza… Me llamaron para la prueba de ‘El castigo’ y era el último momento porque habían tenido un problema. Estaban buscando un protagonista porque el que lo iba hacer había caído, lo habían cambiado. Llegué ahí, hice la prueba, no me sabía bien el texto, lo hice de manera, no pasota, pero si de forma desenfadada, no iba con ninguna tensión, con mucha soltura y me fui. Saludé a Daniel Calparsoro, el director, que al principio pensaba que me quería matar porque me dio el texto y le veía muy serio, muy del norte, muy rudo. A los dos días me llamaron yo estaba en Benicàssim y me dijeron que me tenía que ir para allá que empezaba el rodaje. Fue todo muy rápido. Un par de reuniones y empezar a grabar y no hubo mucho tiempo para prepararlo. Pero había una decoración muy buena, las jaulas, el rollo sumisión, que te ayudaba mucho a meterte.
Pero es una situación muy irreal, el hecho de repente verte encerrado, en esas condiciones.
Tus padres te enviaban ahí, era un campamente de reeducación, aunque no sabían los que nos llegaban a hacer ahí. Al estar en una zona tan inhóspita, con esas jaulas... había un ambiente que te ponía en el lugar. El rodaje en sí era muy duro, tenía mucha exigencia. Me acuerdo que lo primero que grabe fue una secuencia que era una cortinilla de promoción, que era corriendo por una vía de tren, me tiré todo el día corriendo varías veces por 150 metros de vía con piedras como un descosido y demás. Encima repetimos muchas veces, en una ocasión había una parte en un terraplén que me acuerdo que me pegué un arañazo flipante, llegué con unas agujetas increíbles a mi casa. Eran rodajes muy cañeros, entonces físicamente ya estás metido y duró un mes y medio; teníamos una coach muy buena también. Como actor es una de las experiencias más alucinantes que he vivido.
Todos los actores que han trabajado con Daniel Calparsoro hablan muy bien de él.
Sí. Es un tío que no se anda con tonterías, te dice las cosas de forma muy directa, tiene las cosas muy claras. A mí me gustó mucho su forma, su disciplina, su rigor, con mucha fuerza y eso te ayudaba a meterte. A mí me gustó mucho trabajar con él, le cogí un gran aprecio y me encantaría volver a coincidir con Daniel. También es tremendamente natural, exigente, franco y también muy buena persona, muy currante y que le pone todo el alma a lo que hace y te lo contagia.
¿Qué opinas de las nuevas propuestas que están saliendo para series?
Ahora parece que está el tema histórico a tope. Hay como una cosa de modas. Aunque me parece que también se arriesga, como por ejemplo, con La fuga se ha arriesgado y me parece algo nuevo, con un abanico de personajes muy grandes, con grandes historias. Aunque me parece que Crematorio si que ha supuesto una gran revolución, un paso hacía adelante, de serie hecha sin complejos, con una calidad de actores y de guiones increíble. Me parece que está al nivel de lo mejor de series.
También lo que tiene la televisión es que hay una parte conservador. Creo que se intenta llegar a un target comercial muy amplio, si que es cierto que es una limitación de nuestro mercado, para que sean rentables tienen que llegar. Pero entiendo que tiene una lógica, que se edulcoren mucho y esto haga que pierdan personalidad.
‘La fuga’ me parece que estaba conseguidísima, luego la que están haciendo mis compañeros ahora, la de ‘Gran Hotel’ que me parece que está muy bien hecha. Se está intentando hacer cosas nuevas y esto está genial. Ha habido una revolución muy grande desde los tiempos de ‘Médico de familia’ (Risas).
También está lo que tú has dicho antes. Cuando triunfa una serie de un determinado estilo de repente salen muchas siguiendo ese patrón.
Esto se debe también al nivel de limitación pero que es una cosa que es así, que es una realidad , es una limitación del mercado audiovisual de este país. Hay la población y el dinero que hay. Si de repente hay una corriente intentan ir a lo que creen que va a funcionar. Se intenta reducir los riesgos lo máximo posible, no hay tanto atrevimiento porque efectivamente cuesta mucho hacerlas.
¿Qué opinas de las series que no han tenido la audiencia que esperaban y se eliminan enseguida?
Hay muchos nervios. Enseguida se ponen nerviosas las cadenas y creo que en ese sentido se debería dar más confianza y más tiempo. Yo lo sufrí con la segunda temporada de ‘Hay alguien ahí’, empezó a no ir bien, se pusieron nerviosos, la cambiaron de día y yo creo que esto mata el seguimiento de la serie. Se ponen nerviosos demasiado pronto. Hay series que parecen que no triunfan y luego sí lo hacen como ‘Los misterios de Laura’ o ‘La señora’ y es que hay veces que hay que intentar darles más cancha.
Hay que esperar a que se adapten.
Sí, hay una competitividad muy feroz entre las cadenas. Sobre todo entre las privadas. A mí me parece insana, ahí los actores, y en general los equipos de las series, somos hormiguitas. Me da un poco de pena y me pregunto por qué no intentamos convivir en vez de querer fastidiarnos. ‘Crematorio’ es una serie que se sale de esa lógica, porque al ser una serie que se realizó para televisión de pago le dio una mayor libertad creativa y también unos buenos medios y se acercó más a los que es el modelo norteamericano. Claro, también ves series de ahí y estamos hablando de otra liga, estamos hablando de otros presupuestos y un mercado audiovisual mucho más amplio que te permite arriesgar más, especializarte a un determinado público. Creo que aquí se podría aspirar a ello, aunque estemos a un nivel diferente, hacer este tipo de cosas que yo creo que se ha demostrado que se puede hacer muy bien.
¿Cómo crees que influye a las series esta competitividad entre las cadenas?
La competitividad que tienen me resulta hasta infantil, chorra. Deberían cambiar un poco chip y ganaríamos todos. Porque parece que cuando ven que la cadena de la competencia tiene una serie que ha costado bastante dinero y se estrena, atacan con otra cosa. Y a lo mejor la serie está genial pero ya te han puesto la otra que tiene su audiencia. Claro, no hay suficiente pastel para todos o la audiencia es la que es.
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