29 noviembre 2011

Entrevista Eva Isanta

"Tiene su punto trabajar al borde de lo inesperado"

La actriz en el escenario de la obra de teatro.
Antes de una función de 'Venecia bajo la nieve', Eva Isanta nos recibe en su camerino del teatro para hablar de su obra de teatro y de los éxitos que cosecha en televisión. En el teatro Lara de Madrid se puede disfrutar de esta divertidísima y sorprendente función junto a los actores Pablo Carbonell, Marina San José y Carlos Heredia en la que dos parejas se reúnen para una cena y sucede todo lo inesperado mientras el público no para de reír y disfrutar de lo que nos cuentan. En 'Venecia bajo la nieve', Eva es Patricia, una mujer que por no hablar, le toman por extranjera, concretamente de Chuvenia. También aprovechamos para hablar con ella sobre su serie 'La que se avecina', que dentro de poco comenzará a grabar la sexta temporada, visto el auge de audiencia y el éxito en el que se ha convertido la serie. Hablamos con ella de la evolución de Maite, de la palabra "salami", de las grabaciones, de las repeticiones en la TDT y de su paso por 'Aquí no hay quien viva'. Como periodista, siempre que hago una entrevista me pregunto si poner entre paréntesis la palabra "risas" cuando el entrevistado ríe. Debo decir que aquí he decidido no ponerlo porque saldría cada tres palabras. Eva nos respondió muy simpática, risueña y poniendo mucho interés en cada respuesta, y desde aquí le agradecemos su interés y su amabilidad al responder la entrevista. Allá vamos.

¿Qué nos cuenta ‘Venecia bajo la nieve’?

‘Venecia bajo la nieve’ hace una reflexión en clave de humor sobre el mundo de la pareja. Son dos compañeros de la universidad que se encuentran muchos años después y coinciden con sus distintas parejas en la casa de uno de ellos. Y están en dos momentos muy diferentes, entonces la reflexión es cómo puede evolucionar la pareja y cómo pueden sentirse en cada momento. También habla sobre el mundo de los refugiados, son palabras del autor, que vino a ver la función y nos lo dijo, que es una reflexión con humor del concepto que tenemos los demás sobre los refugiados. Hoy en día con tanta inmigración como hay, pues es un tema candente. Y también sobre las convenciones sociales.

Usted es Patricia, una mujer que no habla, por lo menos en un principio. ¿Cómo se prepara un personaje así?

Jo, pues de entrada es bastante difícil, aunque parece que no. Gente que no es de la profesión, pues no sé por ejemplo mi madre, que me dice: “Hija, pero si tampoco trabajas tanto, si no hablas”. Y lo que no saben es que es mucho más complicado, porque tienes que estar con una energía determinada, dando verdad a lo que está pasando siendo espectador y siendo siempre una torre de alto voltaje; tienes que estar manifestando todo lo que sucede alrededor. Entonces, realmente a mí me parecía al principio muy difícil, pero por eso también me apetecía mucho el personaje, porque es un reto. Y me lo paso muy bien, escuchando.

Y la toman por extranjera, que por cierto en Google Maps no aparece Chuvenia.

Hombre, Chuvenia está… Paramod Yugoslavia paroj. O sea, tiene que estar ahí. Seguro, eh. Tú busca.

Póster de la función que se puede ver en el Teatro Lara.
Buscaré. Las críticas de ‘Venecia bajo la nieve’ no hacen más que decir que la función provoca una risa continua, una carcajada detrás de otra y que hay una gran conexión con el público. Se nota que le gusta la comedia y el humor.

Sí, yo siempre he pensado que era una buena actriz dramática, pero llevo mucho tiempo viviendo de la comedia, o sea, que ya no lo sé, lo pongo en duda. Debe ser que sí, pero vamos, yo intento desarrollar cada día un poquito más el sentido del humor tanto como actriz como como persona, porque si no estaríamos todos muertos. 

Otra cosa que destacan es el equipo actoral. ¿Qué piensa de sus compañeros y del conjunto incluyéndose a usted?

Yo creo que hemos hecho un buen trabajo, sinceramente. Ahora no tiene nada que ver con los primeros ensayos entre cuatro actores tan diferentes como Marina, Carlos, Pablo y yo, que no tenemos nada que ver, porque veníamos cada uno de una escuela, de un estilo… Entonces yo creo que ahí Gabriel Olivares ha hecho verdaderos malabares y ha conseguido que estemos francamente empastados, o sea, estamos todos a lo mismo, que es de lo que se trata en todo tipo de montaje. Tú en un proyecto tienes que intentar no que los actores hagan cada uno su show sino que todos ayuden a contar la historia. Cuanta más complicidad haya entre ellos, mejor se lo pasen y más buen rollo, pues mucho mejor se cuenta. Y yo creo que aquí ha ido pasando; se ha ido fraguando en los ensayos y lo hemos ido consolidando con el público y realmente trabajamos en equipo, y eso se nota y se transmite al público. Pueden decir “mira qué bien está no se quién”, pero en general dicen que la función está muy bien, que es lo que tienen que decir. Lo que mola es que la historia se cuente bien contada.

¿Está de acuerdo con que una cara conocida de televisión ayuda a que la gente acuda más al teatro?

Sí, eso es una realidad, o sea, antes la televisión era como denostada por la misma profesión, era como que la gente que hacía televisión no hacía teatro y no hacía sobre todo cine, y hoy en día el concepto de industria, que es lo que tenemos que cambiar un poquito aquí en España, está funcionando de otra manera. Precisamente, la gente quiere ver en el teatro a las personas que reconoce y le gustan en televisión. Realmente sí, los actores que hacemos tele somos un reclamo en las tablas.

Eva sentada en la casa donde transcurre la función. 
Hace un tiempo dijo que sus compañeros que compaginaban la serie con teatro eran unos valientes, y ahora lo haces usted. Cómo lleva compaginar ambos medios?

Sí, sí. Soy una valiente total. No he empezado aún a grabar pero compaginé ensayos de la obra con la última temporada de grabación y francamente es un sobresfuerzo impresionante. Tienes que administrar muy bien tu energía, trabajar muchas horas, y ponerle muchas ganas y mucha ilusión. Que sí, que hay que ser valiente. Pero vamos, que estoy dispuesta, ¿eh?

¿Ya sabe cómo va a irle a Maite, su personaje, en la 6ª temporada?

Qué va. Es que en ‘La que se avecina’ pasa una cosa muy curiosa y es que se supone que empezábamos a grabar ya y se ha retrasado la cosa, y al final grabaremos el mes que viene o cuando se tengan listas las cosas. El guión no te lo dan hasta unos días antes, y sólo te dan uno aunque tengan varios, con lo cual yo nunca sé lo que va a pasarle a mi personaje hasta que no me llega cada guión. Entonces no te puedo decir. Más quisiera saber yo qué me va a pasar. No tengo ni idea. También tiene una parte divertida, que es la de decir “me mola que no sé lo que pasa” y que te sorprenda. Pensar “jo, vaya idea que se les ha ocurrido, qué divertido”. Eso tiene su parte divertida, pero no tengo ni idea.

Entonces estás contenta con la evolución del personaje.

¿De la cuqui? Sí, sí, sí. A mí me gustan mucho las cosas que me hacen. Esta temporada ya te digo que yo fui la primera sorprendida gratamente cuando me llega un guión y digo: “¡Ay, cómo se pasan, qué fuerte!”. Tiene su punto trabajar así un poco al borde de lo inesperado.

¿En la calle quién eres para la gente que te reconoce: Eva, Bea, Maite, la cuqui…?

Ahora la cuqui. Hubo un momento en que era Bea, y ha sido hasta hace relativamente poco. Pero yo empecé a darme cuenta de lo consolidada que estaba ‘La que se avecina’ cuando ya la gente me dice cuqui.

¿Y Eva con qué se queda, con Bea o con Maite?

Yo… con lo que me toca hacer en cada momento. Yo no tengo personaje favorito y esto era un poco “todos eran mis hijos”. Yo me lo paso muy bien con Patricia, me lo paso muy bien con la cuqui, con Bea me lo pasaba fenomenal, y espero que si mañana me llamo Arancha y soy esquimal, pues me lo paso igual de bien. 

Su personaje es el que mayor cambio tuvo con el cambio de la serie, porque otros actores como José Luis Gil interpretan un personaje muy similar.

Sí, y la verdad es que eso es una suerte también, porque siempre tienes el miedo de que el personaje funcione o no, o de que se compare en función del otro… Pero en realidad las características de Bea y de Maite están tan lejanas que aunque sea yo la misma actriz con misma voz y el mismo cuerpo, no tienen nada que ver, son almas distintas. Para mí está muy bien el reto primero como actriz porque eso es lo que nos gusta a todos los actores, y también está muy bien que los dos personajes hayan sido aceptados y queridos que es lo mejor que te puede pasar.

El equipo de 'La que se avecina' de la 5ª temporada.
¿Las palabras salami y merengue suenan mucho en tu vida fuera del trabajo?

Pues mira, sí, no te voy a decir que no. Siempre que alguien quiere hacer una gracia, desde la acera de enfrente me dicen que si quiero salami o merengue merengue y ese tipo de cosas. A mí me hace gracia y no me molesta demasiado. Sí que me molesta a lo mejor cuando voy con mi hijo y hacen la típica gracia de si quiero salami, entonces claro, el niño pregunta, y yo le digo “cariño, pues que si quiero salami en el bocadillo; que si quiero merendar, vaya”.

Conocemos las bajas que se han dado para la nueva temporada, pero ¿qué nos puedes contar de las incorporaciones? ¿Afectarán al mundo de Maite?

Pues si te digo la verdad no lo sé. Te digo lo mismo que los guiones, que esta productora mantiene un secretismo absoluto y había ciertos rumores de negociación con ciertos actores que se habían marchado pero no sé qué ha pasado porque no tengo noticias, así que no se ha concretado nada. Y como no he visto los guiones para saber quién entra y quién no, lo siento pero no te puedo contar nada.

¿Cómo son los ensayos y las grabaciones de la serie? Debéis estar siempre de buen humor y riéndose.

Depende. En general hay un buen tono de trabajo, hay buen rollo y nos lo pasamos bien. Pero luego hay días y días. Grabar un capítulo suele ser dos semanas, con lo cual si tienes mucha intensidad, imagínate, puede pasar de todo. Hay ensayos y grabaciones que son un descojone, hay días mejores, días peores, el equipo está mejor, o está peor, los episódicos que vienen entran perfectamente en el ritmo, o no… Entonces depende de muchos factores externos. Pero en general, la tónica es que nos lo pasamos bien.

Los ataques de risa son peligrosos.

Y en mi caso mucho. Yo tengo mucho peligro, tengo mi punto débil ahí.

Poco a poco, la serie ha llegado a convertirse en un exitazo. Laura Caballero dijo que ‘La que se avecina’ era el mejor ejemplo de que es interesante que las cadenas tengan paciencia. ¿Qué opinas de la rapidez con la que se retiran ciertos espacios?

A mí me parece un error, porque la gente necesita tiempo para acostumbrarse. Tienes que dejar que la gente conozca la serie, los personajes… y darle por lo menos un mínimo espacio. ‘La que se avecina’ como dice Laura, que es muy lista y sabe muchísimo de este oficio, pues es el mejor ejemplo. Yo pienso que crea inseguridad, incertidumbre, que nos tiene a todos al borde del abismo, y que deberían intentar cambiar ese factor de audiencia inmediata. Todo el mundo quiere hacer bombazos, pero los bombazos no suceden siempre, es al revés: de muchos productos que hay en el mercado, uno es un bombazo. Estamos en una sociedad en lo que todo tiene que ser ya, aquí y ahora. Quiero esto y lo quiero ya. Quiero una tele y me la quiero ya. Aunque no tenga dinero tiro de la tarjeta de débito. Ese concepto que tienen los ejecutivos hoy en día de las cadenas televisivas de lo inmediato debe cambiarse, porque se olvidan otros factores como esfuerzo, trabajo y constancia.

Eva Isanta junto a la mesa donde se desarrolla la cena de la función.
El éxito actual de ‘La que se avecina’ también puede deberse a que ha conseguido ser una serie independiente y ya no se ve como ‘Aquí no hay quien viva 2’.

En efecto, y eso ha costado por lo menos tres o cuatro temporadas. Pero la gente nos ha ido perdonando que dejáramos de hacer la otra, porque al principio nos culpabilizaban y nos decían “¿Por qué no hacéis ésta?”. Yo que sé, yo soy una mandada. Si yo pudiera decidir qué se compra y qué se vende… pero son cosas como las audiencias, que se nos escapa. Entonces sí, hace mucho que se consolidó y se nota mucho.

Para acabar, ¿qué le parecen las múltiples repeticiones que se hacen en la TDT? Que yo ya no sé si estoy hablando con Eva Isanta o con una repetición de neox o FDF.

No, no, estás hablando con Eva. Mira, en el teatro eso no pasa, al teatro sabes que vienes a ver a la gente en vivo y en directo sin repeticiones, y lo que vas a vivir ese día es lo que vas a vivir: nos equivoquemos de texto, nos caigamos, se rompa una silla, o pase lo que pase. Es la maravilla del directo del teatro.

Pero ahora con la TDT hay 50 canales pero parece que sólo hagan ‘Aquí no hay quien viva’ y ‘La que se avecina’.

Mira, el otro día conocí a una actriz inglesa que no sabía que yo hacía una serie y me dijo: “Ah, ¿y dónde la ponen?” y le dije: “No lo sé”. Yo no tengo ni idea de dónde estamos programados, sé que estamos en tres o cuatro.

Eso es buena señal, cuanto más se emita más se conoce. Puede que a las repeticiones de la TDT se haya debido el auge de ‘La que se avecina’.

Sí, ha tenido mucho que ver. El factor repetición ha hecho que mucha gente que no había visto la serie en horario de prime time, pues la haya visto después y se haya enganchado viendo capítulos anteriores y hayan seguido el hilo de los personajes que ven ahora en la actualidad y ven cómo éramos en el pasado porque hemos evolucionado bastante. Cuqui mira cómo está, subiéndose por las paredes ya.

Mirando la tele de... Eva Isanta


Su estreno en televisión fue llegar y besar el santo: 'Farmacia de guardia'. En esa serie fue de 1992 a 1995 Isabel, pero mientras tanto también fue Lolita en 'Villa Rosaura'. Después le llegaría el personaje de Irene en 'Colegio Mayor' y el de María en 'Jacinto Durante, representante'. De 1998 a 2003 participó en episódicos de 'Compañeros', 'Petra Delicado', 'Hospital Central', 'Ana y los siete' y 'La vida de Rita'. Y en 2004 le llegaría el gran éxito con la serie 'Aquí no hay quien viva' con el personaje de Bea, y ahora continúa con mucha popularidad desde 2007 como Maite en 'La que se avecina'.


Mi primer recuerdo de la tele es… ‘Dabadabada’.
Cuando enciendo la tele busco… que me cuenten algo y que me entretengan.
Hago zapping cuando… hago zapping bastante. Cuanto no encuentro algo que me guste o me entretenga.
Veo la tele cuando... muy poco.
Suelo verla con… dibujos con mi hijo.
Admiro de la tele que… la capacidad que tiene para que la gente esté esperando que llegue el domingo para ver una serie; para crear dependencia en la gente y de que modifique sus hábitos de vida en función de lo que se emite en televisión. Cosa que a mí no me ha pasado nunca. Jamás he dejado de ver algo por ver un programa de televisión, e igual es un error a lo mejor, porque claro, me dedico a esto… Me he perdido ‘Perdidos’ y no me ha pasado nada porque me he ido a tomar unas cañas. ¡Me he perdido ‘Perdidos’, ay pues qué pena!
Estoy enganchada a… a nada. Es muy raro que me enganche.
Me quedo boba al ver… el despliegue de las series americanas. Lo fácil que hacen lo difícil: las cosas de acción y todo eso. ¡Y lo que nos cuesta hacerlo en España!
No soporto… la telebasura. Los programas del corazón.
Me reí mucho viendo… algunos capítulos de ‘La que se avecina’ o de ‘Aquí no hay quien viva’ cuando no teníamos el guión completo y veía lo que hacían mis compañeros que yo no tenía ni idea. Me reí mucho viendo lo que hacían los otros.
Lloré viendo… uy, lloro mucho. Pero en películas sobre todo, con series es muy raro.
Me he quedado dormida viendo… (risas) lo que haya a una hora a la que ya no puedo mantener los párpados abiertos (más risas).
Pensé que nunca veríamos… ‘Sálvame’, pero fuimos Pablo Carbonell y yo a promocionar la obra y lo vi luego por Internet.
La tele podría mejorar si… invirtieran más en ficción y menos en programas del corazón.
Me encantaría participar en… no sé… ¡Pues me gustaría participar en una serie policiaca, por ejemplo!
Nunca aparecería en… uy, eso nunca se puede decir. Ya te digo que hace poco estuve promocionando la función ‘Venecia bajo la lluvia’ en ‘Sálvame’, y por cierto, fueron amabilísimos.
Echo en falta… teatro grabado, por ejemplo lo de los antiguos ‘Estudio 1’, que se volvió a retomar y que no funcionó, y yo la verdad es que lo veía. ¿Y qué más echo en falta? Un poco de imaginación con respecto a los temas. Es decir, que si sale una médicos, se producen 15 de médicos; si funciona una de policías, 15 de policías; vecinos, pues ahora vecinos… Un poco de imaginación en los productos que ofrecen al mercado.
Mi mejor recuerdo trabajando en televisión es… ¡ay, tengo muchísimos! Pero uno que siempre me da mucha ternura recordar es cuando yo había hecho sólo teatro, y nunca había hecho televisión, y en ‘Farmacia de guardia’ me daba la vuelta siguiendo la lógica del teatro y me ponía de espaldas a la cámara y entonces Mercero con mucho cariño me explicaba que no, que me tenía que quedar en la posición. Yo me daba la vuelta y él me decía “ya, pero es que esto es televisión”. Lo vivía todo como si fuera una marcianada. Esos momentos de desconcierto de cómo funciona la técnica televisiva los recuerdo con muchísimo cariño.
La primera vez que salí en la tele fue… en ‘Farmacia de guardia’.

26 noviembre 2011

Amantes de María del Mar

El maestro de ceremonias actual, Álex O'Dogherty.
Madrid se ha convertido en un gran agujero lleno de espectáculo. Ahí dentro se puede ver circo, burlesque, música, humor…, de todo lo que te imagines y más. O como dicen en su cartel: Una rata, una fiesta, risas y gente en cueros. Todo eso capitaneado por unos maestros de ceremonia de primer nivel y con un guión de Secun de la Rosa y Paco León.

Cuando comenzó, Paco León sería el jefe del agujero, después Eduardo Casanova y ahora le ha llegado el turno al gran Álex O’Dogherty. Después llegarán más caras televisivas como Silvia Abril y Fernando Gil, pero centrémonos en Álex que es quien está ahora.
Fui a verle en su estreno y le salió genial, pero como no he visto a los otros no puedo comparar, por lo que hablaré de las cosas buenas. Se notaba que había integrado cosas nuevas y de actualidad como cuando dice que María del Mar es pepera, pero “de las de toda la vida, no como ahora que ya es todo el mundo”. Y también incluyó chistes, canciones y detalles que se notaba que estaban improvisados. 
Su función principal era hacer humor, cada vez de una forma completamente distinta (desde un palco, en una bañera…) entre las actuaciones de los otros participantes entre los que estaba un tío que andaba como un cangrejo, una Marylin Monroe rellenita, dos chicas sacadas de un cómic manga, un pelocho trapecista, un tarzán exhibicionista en patines, la de los tatuajes, uno de ‘Mujeres y hombres y vieversa’ con una barra, y un cuarteto que cantaba y hacía mimo. Entre ellos estaba el causante de un gran ataque de risa: Imaginaos a un hombre parecido a Bernardo el de ‘Camera Café’ con cara triste, bailando alegre y cantando ‘¿Por qué te vas?’. Divertidísimo. Cada uno con su impresionante espectáculo.
Este hombre es el que yo digo que parecía un cangrejo. Era increíble cómo se movía, era de goma, incluso cupo por el agujero (por the hole) de una raqueta.
Los cantantes a capela eran estos. Todos eran muy divertidos, pero mi favorito, y pediría que cobre más que el resto, es el que está tocando.
Y María del Mar, la gran estrella. Esta rata se ve que es la primera que usaron. Durante la función, Álex busca a su rata, a su María del Mar, y aparece esta fotografía. Por lo que él dice: “Es que no han cambiado la foto, así que si veis a esta rata que le den por culo, pero si veis a otra más oscurita y sin collar, ya podemos empezar a hablar.
Todo esto y mucho más, es ‘The Hole’, un espectáculo atrevido y valiente que se nota que escasea en la actualidad, aquí es un show donde te puedes encontrar de todo en un ambiente de lo más agradable.

Es muy difícil de describir la función, pero lo que está claro es que es una gran fiesta. Una fiesta que, como todas, se acaba, y como dijo Álex O’Dogherty, luego llega la depresión post-party y los dolores de post-pedal.

24 noviembre 2011

Lo último de Eva Hache


Ya está confirmado que Eva Hache tiene su entrada para asistir a la gala de los premios Goya el próximo mes de febrero. Y no acudirá como invitada o como nominada, no. Va a presentar. Si es que esta tía vale pa presentar de tó! Igual te hace un late night, que un programa de un monólogos, que te presenta una gala. Eso sí, ella ya ha dejado claro en unas declaraciones lo siguiente: “no sé escribir, sé leer de milagro, y maltratar lo que escriben los guionistas”. Hay gente que tras la noticia comenta que igual, durante todo el tiempo que dura la gala, es demasiada Eva Hache para los que están acostumbrados a verla en pequeñas dosis. Pero bueno, en realidad el presentador de los Goya sale al principio, al final, y un par de veces más en el durante, así que no hay de qué preocuparse porque Eva puede que sea la mejor candidata. Después de decir que era una gala aburrida, se ve que contratar a humoristas para que la presenten está dando buenos resultados. Ahí están José Corbacho, Andreu Buenafuente… ahora tenía que ser la gran Eva Hache.
Como lo que tenía que decir al respecto ya está dicho y queda una entrada un poco pequeña, añado la experiencia de haber ido como público a ‘El club de la comedia’ que también lo presenta Eva Hache. Es un espectáculo completamente distinto el que se vive en el teatro que el de la televisión. Y yo me quedo con el de la televisión. Vale que en directo estás viendo a los actores y cómicos decir los textos, que las risas se contagian entre los espectadores, que el encargado de amenizar el ambiente era muy divertido… Pero, y aquí viene el pero, no nos olvidemos que en la pantalla no vas a tener un posible cabezón delante, no lo ves recto disfrutando de los primeros planos para disfrutar de las caras y los gestos al detalle del monologuista en cuestión, no escuchas –y esto fue lo más raro- la característica música de ‘El club de la comedia’… De todos modos es un espectáculo que mola vivirlo en directo aunque sea una vez, aunque como en la tele, en ningún sitio.

23 noviembre 2011

Sin querer meter la pata

La discapacidad en television: el caso de Mamen en '7 vidas':


Hace un tiempo hice un estudio de cómo se trata la discapacidad en televisión, centrándome en el caso del personaje de Mamen (Rosa Marisol) que apareció durante dos episodios en la serie '7 vidas'.


Imágenes del reparto de '7 vidas' en distintas temporadas.


‘7 vidas’ es una comedia de situación española que se estuvo emitiendo desde el año 2000 hasta el 2006 con un total de 204 capítulos de 50 minutos de duración. Durante los siete años hubieron muchos cambios de personajes aunque los escenarios siempre fueron los mismos: dos viviendas y un bar, el Casi ke no. Una de esas viviendas era de Sole, una abuela comunista que desde que sus hijos abandonaron en el hogar comparte piso con Diana, una treintañera actriz de serie B y muy enamoradiza. Aunque en la convivencia siempre hay problemas y pese a la diferencia de edad, ellas dos son grandes amigas. De los personajes fijos nunca hubo ninguno con alguna discapacidad, exceptuando al frutero, un personaje que fingía ser cojo para ir con muletas y así dar pena a sus clientes para que fueran a comprar a su tienda. Pero como se pilla antes a un mentiroso que a un cojo, y éste era las dos cosas, todos acabaron pillándole. Pero él no es el personaje del que quiero hablar en este texto, sino del de Mamen, una administrativa de una empresa de teléfonos móviles que va en silla de ruedas y de quien se enamora locamente Diana. Ella solamente apareció en dos capítulos, el 201 y el 202, emitidos el 19 y el 26 de marzo de 2006 respectivamente.
En casa de Sole hay un problema con el teléfono, por lo que les están cobrando unas tarifas abusivas. Diana se ofrecerá ir hasta la atención al cliente para hablar cara a cara con algún representante de la empresa y que le den una explicación. Su objetivo cambia al enamorarse a primera vista de la mujer que está en la mesa para recibir las quejas. Esta mujer es Mamen, de la cual sólo conocemos que es alguien que está triste porque cada vez hay más gente que acude para que den de baja sus servicios y teme por su puesto en la plantilla. Como Diana es como es, y para no verla triste, contrata todas las nuevas ofertas. Por ahora no se sabe nada de ninguna discapacidad, hasta que al final del primero de los dos episodios la administrativa se da cuenta de que la actriz siente algo por ella declarándole que sería precioso salir juntas al cine, a cenar, a bailar… Mamen sale del escritorio con la silla de ruedas, momento en el que tanto Diana como el espectador descubre que no puede caminar y por eso le responde que se ha dejado los zapatos de baile en casa. La otra reacciona con toda la naturalidad del mundo, sin importarle lo más mínimo su minusvalía y le dice que casi que mejor, porque se le da fatal bailar. Se besan cuando está apunto de terminar el episodio, justo antes de presentarle al resto del grupo, como a Gonzalo, el dueño del bar que es muy inocente. En este momento se hace el primer gag con la discapacidad que tiene Mamen.

GONZALO
Hola, encantado, no te levantes. Quiero decir que sentada estás bien. Y si no también. Bueno, con Diana bien, ¿no? Todo sobre ruedas.

Así termina, dando a entender que en el próximo capítulo continuará apareciendo el personaje y que se hará humor con la minusvalía que tiene desde el principio, puesto que en el capítulo 201 no se ha sabido que se desplazaba en silla de ruedas hasta el final. En el 202 se descubrirá que Mamen es posesiva y celosa, dos cosas que Diana no soporta y le harán pensar en cortar su relación. Pero comencemos por el principio, cuando la pareja está comenzando su amor al principio del segundo episodio. Llevan una relación totalmente normal y las dos están muy contentas, tanto que el resto de amigos se ha dado cuenta de que parece que estén hechas la una para la otra. Y desde el minuto uno ya se siguen haciendo gags con la minusvalía.

SOLE
Parece que has encontrado a tu media naranja.
DIANA
Un poco cruel, ¿no? Vale que es paralítica, pero de ahí a llamarle media persona…

Anabel Alonso es Diana en '7 vidas'

En un momento en el que llaman al timbre en casa, Diana se asombra al ver por la mirilla de que no hay nadie tras la puerta. “Qué raro, no hay nadie. Ay no, que es Mamen”, comenta sorprendida porque al ir en silla de ruedas no llega a vérsele. Los guionistas de este episodio han metido muchas bromas con respecto a la discapacidad, pero han acertado a la hora de escribirle también frases a Mamen que vayan son su minusvalía. Al ser ella también la que hace comentarios y no solo los demás, hace que de cara al espectador quede mucho más inofensivo. En varias ocasiones dice frases, que son tristes por su condición pero dichas con humor como:

MAMEN
Tú no sabes lo que es ir en silla de ruedas por Madrid, que con tanta obra parezco una concursante de humor amarillo.

         O:
MAMEN
Entiendo que no quieras verme. Y lo tienes fácil, eh, porque con echarme una sábana por encima…

O:
MAMEN
Tú no sabes lo que es estar condenada a oler las axilas de los demás.

Una característica de su personaje es que tiene obsesión por las piernas. Han jugado con el doble sentido porque tiene fijación en las piernas de las mujeres como algo sexual, pero por otra parte como algo que ella envidia de los demás, porque por ello es por lo que no puede caminar.

Los guionistas de estos personajes deben ir con mucho cuidado para no ofender a nadie que esté en la misma condición que el personaje. ¿Cómo se arregla esto? Sacando algún defecto suyo: el de su personalidad oculta. Mamen es posesiva y muy celosa, e incluso el capítulo han tenido la originalidad de titularlo “El diablo sobre ruedas”. Su carácter, en ocasiones, llega a molestar a su novia, a Diana. Al entrar en casa Irene, una de las amigas más guapas de la actriz, se queda impresionada y le da un ataque de celos que conlleva a otro gag similar al que ocurrió en el capítulo anterior, en el que dices algo que no deberías y al intentar arreglarlo, se lía más.

MAMEN
Di lo excitantes que te parecen esas piernas tan largas y perfectas.
DIANA
Bueno, sí, le quedan bien… vamos, que son piernas, sólo sirven para andar. Bueno, no querría meter la pata.
MAMEN
Sigue, sigue humillándome. (Muy cabreada se da media vuelta, se dirige hacia la puerta y la abre para salir). ¡Que alguien dé un portazo!

Y también se observa que es un personaje que no soporta que su novia tenga amigas guapas, como se ve cuando le amenaza a Charo, otra amiga de Diana, haciendo otro chiste sobre el hecho de no tener piernas.

MAMEN
         Apártate de mi novia si no quieres entrar en mi equipo de baloncesto, cacho guarra.

Rosa Mariscal interpreta a Mamen
Diana no aguanta más estar con una persona que no confía en ella y le llama para quedar y dejarle las cosas claras: quiere que se separen. Por eso Mamen llega a la casa para tener una conversación las dos. La conversación comienza con un “¿Nos sentamos? Bueno, tú ya estás sentada” de Diana, pero todo se complica porque la posesiva le explica que le han echado del trabajo debido a que siempre llega dos horas tarde. No obstante, ella está convencida de que el despido se debe a que ella va en silla de ruedas. “Pero es que siempre llegabas dos horas tarde”, le recuerda su novia. Este hecho le hace ver a la actriz que cualquier cosa la lleva a su terreno, creyendo que su discapacidad es la causante de todos los problemas y aunque Diana pensaba dejarle porque no soporta su actitud, tiene miedo de que crea que lo hace porque no quiere estar con una persona minusválida. Finalmente decide no decirle nada y crear un plan para que sea Mamen quien quiera cortar la relación. Lo que hará la actriz será enrollarse con Irene en el momento que sepa que la otra les está mirando y con lo celosa que es, quiera dejarle. Cuando esto ocurre, lo que dice Diana es:

DIANA
Comprendo que me dejes, porque te he engañado, te he hecho daño, y no he sabido estar a tu altura. (Se fija en que al ir en silla de ruedas es más baja que ella). Altura moral, digo.

Pero no todo ocurre como esperaba. Mamen le perdona y quedan en el bar. Ahora quiere que se compren una casa en las afueras, para irse a vivir solas, apartadas de todo el mundo. Diana no puede más, viendo el futuro que le depara, revienta y por fin le dice todo lo que estaba deseando decirle:

DIANA
Yo te dejo.
MAMEN
¿Pero por qué?
DIANA
Porque estás loca; eres una posesiva, eres una psicópata, eres una celosa patológica.
MAMEN
Ya, es por la silla, ¿verdad?
DIANA
¿Qué? Pues mira, si es eso lo que quieres oír, sí. Te dejo por la silla, porque no puedes caminar, y porque odio que seas paralítica.

Es en ese momento se gira todo el bar para mirar a quien ha dicho esa frase, a Diana, por lo que se queda sorprendida después de haber dicho esa frase provocada por la desesperación. Ella en ningún momento pensaba lo dijo, pero parecía ser la única forma de deshacerse de Mamen.

En general puede parecer una burrada ver cómo tratan los guionistas a un personaje discapacitado como este, pero hay que tener en cuenta que se trata de una serie de humor, en la que hacen bromas con todos los roles de la sociedad: desde los homosexuales hasta los inmigrantes, pero siempre con un arte especial para que no pueda resultar ofensivo a aquella gente comparte las mismas características. Hacer humor con diálogos como los citados o incluso en el que Sole dice a Diana “Intenta librarte de ella aprovechando sus debilidades” y ella le responde “¿Qué quieres, que salga corriendo?” no creo que pueda molestarla a una persona que vaya en silla de ruedas porque sabe que está viendo una serie de humor.

El personaje de Frasier
         Para realizar esta trama analizada, el equipo se inspiró en el episodio “My friend”, o como fue traducido en castellano “Mejor solo, lavar y marcar” de la estadounidense Frasier en la que el personaje que da nombre a la serie necesita una nueva amistad y encuentra a Bob, un chico en silla de ruedas. A Frasier eso no le importa, pero sí que siempre esté hablando de sus cosas. El capítulo tiene dos conversaciones a destacar, mejor conseguidas que por los guionistas de 7 vidas, que mientras que los españoles han intentado recurrir más al humor, los americanos han preferido hacer algo más moralmente correcto aunque el trato sea el mismo: el de poner un defecto a su personalidad y que su amigo/novia no sepa cómo deshacerse de él/ella sin que el otro piense que es por su discapacidad, porque no lo es.
         Frasier llega a su casa y cuenta a su criada Daphne que ha conocido a Bob, y le habla de sus defectos sin nombrar su minusvalía:

DAPHNE
Si tan mal le cae, ¿por qué fue a cenar con él?
FRASIER
Bueno, iba a decirle que no pensaba volver a verle, pero el asunto es bastante más delicado. El problema es que va en una silla de ruedas.
DAPHNE
Y qué pasa, si no le cae bien, no le cae bien.
FRASIER
Ya, pero no quiero que piense que lo hago por lo de la silla.
DAPHNE
Llevo trabajando con inválidos desde hace 10 años, y si he aprendido de ellos alguna cosa es que no quieren recibir un trato especial.

Realmente en esta conversación, tratándose de una comedia de situación como 7 vidas, no hay humor, sino que simplemente han preferido mostrar una característica de las personas discapacitadas, la de que quieren que la gente les trate del mismo modo que a los que no van en silla de ruedas. Durante el capítulo se repiten varias situaciones del mismo estilo, dando una conclusión similar a la de la que ocurre entre Diana y Mamen, cuando Frasier queda con Bob en el bar para decirle todo lo que no le gusta de él:

BOB
Al menos ten la decencia de decir qué no te gusta de mí.
FRASIER
Está bien. No tenemos absolutamente nada en común: hablas sin parar de temas que a mí no me interesan, me llamas a todas horas, y francamente me estás agobiando.
BOB
Guau, no sé que decir. Ya podrías habérmelo dicho antes.
FRASIER
Pensaba hacerlo pero tenía miedo de que pensaras que era por lo de la silla de ruedas.
BOB
¿Por qué iba a pensar eso?
FRASIER
No lo sé, sólo quería que lo supieras.
BOB
Ojala fuera por lo de la silla. Si la silla fuera tu problema serías un idiota, pero ahora el idiota soy yo.

En ese momento, Bob se da media vuelta y se va hacia la puerta del bar. Frasier no quiere que se vaya triste, por lo que le dice que se espere, porque quiere serle sincero

FRASIER
Lo cierto es que el problema no está en ti, me daba un poco de vergüenza admitirlo pero es por la silla. Creo que eres una compañía estupenda. La culpa es mía y me siento mezquino por ello.
BOB
No me lo puedo creer. ¿No quieres ser amigo mío porque voy en una silla de ruedas?

Y en ese momento todos se giran y Frasier queda impresionado. Ni él ni Diana decían sinceramente lo que pensaban, pero mientras la cliente del Casi ke no lo decía como única forma de deshacerse de la posesiva Mamen, el psicoanalista radiofónico lo dice para que la persona discapacitada no se vaya con la impresión de que él mismo es un imbécil.