13 octubre 2014

'The Knick': sexo, drogas, sangre... y medicina



Crítica con spoilers del capítulo piloto de 'The Knick'. 
Parece mentira lo que evoluciona todo y como hemos cambiado en un siglo en aspectos como la medicina. ‘The knick’ se desarrolla en un hospital de Nueva York en 1900 y nos muestra las primeras etapas de la cirugía, las innovaciones científicas de entonces y las relaciones laborales entre los sanitarios. Lo que llama la atención de la serie y anima a interesarse -como mínimo- es la presencia de Steven Soderbergh en la producción, el guión y en ciertos episodios, la dirección; y la del actor Clive Owen como protagonista y productor ejecutivo.  
El doctor John Thackery (Owen) es el cirujano jefe del hospital Knickerbocker después de que el anterior se suicidase por no salir con éxito de una operación. Él es drogadicto (cosa que puede recordar a ‘Nurse Jackie’ o ‘House’, sólo que aquí visten con ropa de época), además es racista, putero y sin ganas de hacer amigos. La llegada de un nuevo doctor muy bien preparado pero negro, creará un conflicto racial, ya que Thackery no ve con buenos ojos que en las manos del nuevo pueda estar la vida de los pacientes. Además de ellos, muchos más médicos y enfermeras completan el número de personajes.  
La serie empieza fuerte. Nos encontramos a una embarazada en la sala de operaciones a la que se le ha complicado todo y ella sólo pide que salven al bebé. Después de mucho rato, gasas, sangre, sudor… la criatura nace por cesárea, pero sin vida. Es hora de cerrar a la madre, pero todo se vuelve más difícil y es imposible salvarle. Así que comenzamos con dos muertes a la que hay que añadir el suicidio que viene en la secuencia siguiente del doctor que comentábamos antes. Con las dos pérdidas en la sala nos demuestra algo la serie: que son médicos pero no dioses, y que nos van a mostrar su parte más humana y realista en la serie. 
‘The Knick’ no es una serie para todo el mundo, sino que los espectadores necesitan una sensibilidad apta, ya que quien tenga un estómago sensible no está frente a la ficción más adecuada. Los cortes en la carne en planos detalles y los desparrames de sangre son las cosas que hacen que mucha gente tenga que apartar la mirada de la pantalla en bastantes ocasiones. La serie ha sido renovada por una segunda temporada con otros diez capítulos, y todo indica que el estilo y la cantidad de escenas “gore” será la misma.