29 agosto 2013

Cómo conocí vuestro post (1)


Como escritor de un blog, también me gusta ser lector de otros muchos, sobre todo de televisión. A menudo leo entradas que me encantan y que vista su originalidad llega a darme rabia que no se me hayan ocurrido a mí y me da pena que no aparezcan en Esta Nuestra Televisión. De este modo, empezamos una nueva sección: "Cómo conocí vuestro post" siempre enlazando al lugar originalidad y mencionando a quién pertenece. Así, hoy damos la bienvenida a este nuevo apartado con un post escrito por Kortvex en uno de los blogs de terra.es: TV Show.  

 
Series que debes decir que has visto (aunque no hayas visto)
Ser hipster está de moda. En realidad es un poco 2012, pero me venía bien esa frase para meteros en faena. El caso es que a día de hoy, cuando a través de internet y de las redes sociales podemos compartir todo lo que nos gusta o no nos gusta con millones de desconocidos, nuestros gustos nos definen más que nunca
Por eso hay que elegir con cuidado nuestras apetencias en materia audiovisual, porque una simple frase como “creo que Los Beatles” están sobrevalorados”, puede alzarte a lo más alto del podio de la admiración, o hundirte en la más profunda de las miserias. Y ser hipster no es cosa de un día, es una carrera de fondo. Hay que conocer al público y saber qué es lo que necesita oír para idolatrarte. La principal baza con la que cuentas para ser un hipster de primera es mentir. Con el auge de las series, éstas han reemplazado al cine y la música en lo que a demostrar ser hipster se refiere. Aquí tienes unos cuantos consejos sobre qué deberías haber visto, o por lo menos decir que has visto, si quieres ser un buen moderno. 

The Wire: Una serie de la cadena HBO sobre el tráfico de drogas en Baltimore. ¿A quién no le va a interesar lo que pase en Baltimore? Está considerada por la crítica como una de las mejores series de la historia de la televisión, y tú, como hipster, tienes el deber de pensar exactamente lo mismo que la crítica. Aunque te aburras. Te gusta ‘The Wire’ y aprovecharás cualquier oportunidad para sacarla en una conversación como por ejemplo: - ¡Vaya calor hace! - ¿Sabes dónde hace mucho calor también? En Baltimore. ¿No lo sabías? ¿es que acaso no has visto ‘The Wire’? ¿CÓMO PUEDES NO HABER VISTO THE WIRE?  

Los Soprano: También de HBO (como la mayoría de esta lista) cuenta las andanzas de Tony Soprano, cabeza de familia y de mafia de Nueva Jersey. ‘Los Soprano’, además de ser una serie de obligada mención si quieres parecer un tío interesante e instruido, tiene bonus si mencionas su final. Pero si quieres que te respeten de verdad, deberás defenderlo vehementemente. Mucha gente estuvo en contra, con lo que tu posición clara debe ser la de la minoría rebelde. “El mejor final de una serie de la historia” es lo que debes gritar mientras golpeas la mesa con tu puño.  

Breaking Bad: Más actual que las anteriores y de la cadena AMC. Un profesor de química reconvertido a fabricante y distribuidor de metanfetamina cuando le diagnostican un cáncer pulmonar es el punto de partida de lo que parece ser la última serie de culto que nos ha dado la televisión americana. Si de cada diez frases que digas, al menos tres no contienen “Walter White”, es que estás yendo por el camino equivocado. Además de que cualquier momento es bueno para hablar de metanfetamina, desde la cena de Navidad hasta el entierro de tu tía Braulia, la del pueblo. No dejes que la gente se escape sin saber que estás ENGANCHADÍSIMO.  

A dos metros bajo tierra: Para empezar, nunca la llames ‘A dos metros bajo tierra’. Tienes que llamarla ‘Six feet under’, o ‘SFU’ si estás escribiendo sobre ella. Que vean que sois como colegas, como si llamas Olvido a Alaska o Laura a Chenoa. La serie de HBO sobre una familia dueña de una funeraria en Los Ángeles es el pilar sobre el que tienes que apoyar tu parte emocional de hipster. Es importante que siempre que hables de ella hagas hincapié en cómo puede cambiar tu visión de la vida y cómo sus 6 minutos finales han sido la cosa con la que más has llorado en la vida; incluso más que cuando cancelaron ‘Al salir de clase’.  

Mad Men: Por último, y también de AMC, llega la serie de la que más le gusta hablar a absolutamente todo el mundo. No eres nadie en esta vida si no amas a Don Draper pero lo odias al mismo tiempo; si no te encantan sus estilismos (y te vanaglorias cuando alguien dice que es estilo años 50 y tú puedes corregirles para decir que, en realidad es de los 60) y si no finges que sigues viéndola aunque la dejaras de ver en la tercera temporada porque era aburridísima. Si quieres destacar, utilízala siempre para definir cómo va vestida la gente o para hablar de machismo en entornos laborales. A todo esto, ¿habéis visto el último de ‘Braking Bad’? Qué pasada ¿verdad? Yo no. 

Lee más entradas de Kortvex en su blog TV Show pinchando aquí.

23 agosto 2013

Entrevista a Eduardo Casanova



Extrovertido, simpático, amante de los zombis y del cine de terror. Así es Eduardo Casanova, autor de cortos como ‘Ansiedad’, ‘Fumando espero’ y ‘Amor de madre’. Se considera muy amigo de Fidel, personaje que interpreta en ‘Aída’, aunque sabe que no es recíproco ya que el homosexual más divertido de la pequeña pantalla no sabe que tiene un doble llamado Eduardo. Este joven actor ha concedido una entrevista muy divertida a Esta Nuestra Televisión donde nos ha desvelado algunos secretillos de su vida profesional y personal. ¿Quieres conocerlo mejor?  
"El otro día estaba comiéndome un filete de pollo a las 12 de la noche y me di cuenta de que un reality sobre mi vida sería aburridísimo"

¿Qué es ‘Amor de madre’?  
‘Amor de madre’ es un cortometraje  donde prevalece la estética,  el melodrama y el terror.  
¿Siempre te han atraído las historias de zombis y de miedo?  
Mi cine favorito es el cine de género de terror. Me encantan los zombis, vampiros, momias, posesiones infernales… Yo adoro todo el cine de género, todo el cine de terror serie Z, cine de terror serie B, cine de terror mal hecho, y yo he intentado en ‘Amor de madre’ homenajear un poco a todo este cine que se hacía en los años 50 de ‘Hombre lobo adolescente’, ‘Me casé con un monstruo del espacio exterior’, ese cine que estaba mal hecho, cuando los zombis eran de color verde y la sangre era rosa chicle. Este cine es  un cine que no te puedes tomar en serio, porque no te da miedo, te da risa. Yo he querido mezclar este cine de género que valoro mucho con el melodrama y con el drama.  
¿De dónde surge la estética que utilizas en tus cortos?  
Yo siempre lo digo, para mí todo arte debe de tener una finalidad estética y siempre, en cualquier proyecto que yo haga, el 50% es estética. Creo que es absolutamente necesaria. No apoyo el naturalismo, estéticamente. En otras cosas sí que lo apoyo, claro. En mis cortometrajes siempre he defendido una estética exacerbada y exagerada y espero tener dinero para seguir haciéndolo. En el primer corto me dio por el morado, imagínate: “¡Necesito un sofá morado, una lámpara morada!”. Y me decían: “Eso no existe Eduardo”. Y yo les contestaba: “Yo quiero que exista, para mí es necesario!”.   
Ahora que ya sabemos de dónde viene la estética, cuéntanos de donde vienen las historias.  
Pues no tengo ni puta idea. (Carcajada). No sé de dónde surgirá. Yo creo que es el resultado de tener mucha imaginación y de ver mucho cine. Yo veo una película y me motivo muchísimo y quiero escribir algo parecido. Mi mente no descansa en ningún momento, de hecho ahora hasta septiembre tengo vacaciones y no pienso escribir absolutamente nada  porque yo voy a guión por semana, me acuesto en la cama y no puedo dormir y lo paso fatal porque no puedo dormir porque tengo un guión en la cabeza y no me sale y es horrible. Es la imaginación, así soy.  
Fotograma de 'Amor de madre'.
Tienes otro proyecto en mente de un largometraje. ¿Qué nos puedes contar?  
Sí, tengo otro proyecto que se llama ‘Lo extraño’, lo que pasa es que realmente es difícil sacar un largometraje a la luz. Es una mezcla entre ‘Cabeza borradora’ de David Lynch, ‘Freaks’ de Tod Browning y ‘La semilla del diablo’ de Roman Polanski. Tengo mucha ilusión, va a ser una película de bajo presupuesto -porque no queda otra-, y espero que pueda tener la misma estética exagerada y que no tenga que rodarlo en un bar o en una cafetería, que no me va a quedar otra.   
¿Es cierto que en un futuro…  
(Interrumpiendo) …me voy a hacer mujer? ¿Te imaginas?  
No iba a ser esa la pregunta pero si quieres responderla…  
Creo que de momento no, pero nunca se sabe.  
Retomamos la pregunta. ¿Es cierto que en un futuro no te ves interpretando?   
Mi real vocación es escribir y dirigir; es con lo que más feliz me siento y me encantaría poder dedicarme a esto y poder hacerlo toda mi vida porque me hace realmente feliz. Pero actuar me gusta mucho también y es lo más cercano que está a lo que a mí me gusta, mucho más que ser fontanero o ser periodista o médico. Actuar me interesa mucho y me gusta pero me llena más escribir y dirigir.  
¿Te ves al mismo tiempo dirigiendo un cortometraje y actuando en él?  
No. Sí me veo en un futuro escribiendo y dirigiendo y también actuando pero ahora a día de hoy, aunque nunca se puede saber, no me veo capacitado como para hacer las dos cosas en el mismo proyecto. No me veo como Woody Allen creo que no tengo tanta capacidad. Creo que no tengo tanto talento para eso, talento y paciencia porque el hecho de escribir algo es atender a muchas cosas, atender a cómo está la luz,  cómo quieres el plano, cómo quieres que esté la actriz, el texto, el sonido, el efecto especial, la ansiedad de rodar rápido para que dé tiempo a rodar lo siguiente y que no se te quede nada colgado... La ansiedad que se vive en los rodajes en la parte del director tiene mucho que ver con que no te dé tiempo a rodar una secuencia, un plano, que algo no haya quedado bien… Con tantas cosas yo no sé si podría  preocupare de actuar y hacerlo yo bien y encima no tener a otro que me dirija. Yo como actor necesito que me dirijan y no sé si sería capaz de dirigirme a mí mismo.  
Llevas desde los 12 años en Aída y queremos saber si todavía tenemos Fidel para rato
¡Hombre! Si de mí depende desde luego,  yo quiero seguir en ‘Aída’ todo el tiempo que dure por que es una serie maravillosa en la que me siento muy a gusto, muy contento tanto con el personaje como con mis compañeros. Además es una serie de la que estoy muy orgulloso de interpretar estos guiones que son realmente creativos.  
¿Cómo ha cambiado el Eduardo Casanova que empezó en ‘Aída’ al de ahora?  
He cambiado en todo, absolutamente en todo. Soy otra persona y dentro de un año seré otra completamente diferente. Soy un ser que está en constante evolución como todo el mundo y cambio de opinión, y me voy de un extremo a otro, y no mantengo mi opinión  más de un año porque me aburro y porque estoy vivo y cambio. En ‘Aída’ empecé de una forma y ahora soy completamente de otra y creo que eso es lo bonito en la vida y en el trabajo.  
La gente tiende a pensar que el actor es igual que el personaje… ¿Tienen algo que ver Eduardo y Fidel?   
Para empezar es que son dos personas, los dos tienen los ojos azules, el pelo rizado y  físicamente Fidel y Eduardo se parecen, a lo mejor no a la hora de vestir. Yo he aprendido muchas cosas de Fidel, la verdad. Es una persona digna para aprender de él. Sabe muchísimo de cine, de ciencia, de todo en la vida y a mí me gustaría tener una persona al lado que supiera tantas cosas porque se pueden aprender  muchas cosas de él. ¡Hablo de él como si fuese un amigo, parezco un tanto esquizoide! Creo que él no me conoce a mí todavía pero yo conozco mucho a Fidel y le tengo mucho cariño aunque no nos parezcamos en nada, somos grandes amigos y le quiero mucho.  
¿Qué nos depara la nueva temporada de ‘Aída’?  
Me dejan contar muy poca cosa ¿eh? Sé que empezamos con el capítulo 200, que es un capítulo impresionante; nunca visto en ‘Aída’. Está grabado de forma diferente, con exteriores como los cines Callao y palacios, tiene cameos y salen muchos actores conocidos… y no puedo contar más. Estoy con mucho miedo porque nos dicen todos los días que no contemos nada.  
Con sus compañeros de 'Aída'.
¿Tendrá Fidel una trama horizontal importante en la que él sea el protagonista?  
Sí, tengo una trama horizontal. Me voy a Suecia de Erasmus porque me dan una beca y me paso unos cuantos capítulos allí, no en off sino en on, es decir, que hay un decorado de Suecia y se va a ver lo que hago allí. Doy clases de flamenco, me enamoro de un guiri, aparece Mauricio Colmenero allí con la suecas, volvemos un poco al destape y es muy guay, la verdad.  
¿Si fuera por ti que te gustaría que le pasara a Fidel?  
Es que mi imaginación en este sentido no llega a tanto. Es lo que te comentaba antes, como separo muy bien cuando escribo y dirijo de cuando actúo, como en ‘Aída’ es un proyecto en el que llevo mucho tiempo actuando no sabría decir qué hacer con Fidel. Si esto lo dirigiese yo haría algo completamente diferente que no le pegaría nada. Todo lo que venga por parte de los guionistas para Fidel me va a parecer una buena opción.  
¿Qué trama de tu personaje recuerdas con más cariño?  
A mí me ha gustado mucho las dos veces que se ha enamorado Fidel. Se enamoró de Jonathan, que se quedó un poco en el olvido esa historia pero fue una trama súper bonita. Fueron dos temporadas pasándolo fatal, fue algo súper innovador y me parece que ahí fue cuando el personaje de Fidel se consolidó. También me gustó mucho la trama en la que se enamora del torero, de Marcial. Son como los amores imposibles de Fidel, cual personaje de Tennessee Williams o Marisa Paredes. También me gusta mucho de Fidel que es un personaje que no se ha quedado en un estereotipo gay, empezó como un gay adolescente, en esa época creo que era razonable  y permisible por que era el único gay adolescente que había en la historia de la televisión, el primero y el único,  y en vez de derivar en algo fácil, en el cliché de homosexual que hay muchos y yo no tengo nada en contra de ellos, para nada, conserva la homosexualidad. ¡No es una aplicación que te puedas poner y quitar! Pero aparte de eso es una persona estudiosa que también se la podría meter en la clase de personajes frikis, el nerd, el intelectual. Creo que es un personaje muy interesante y que además hace un gran favor a todo el colectivo gay.   
¿Qué tiene ‘Aída’ que no tengan series como “Con el culo al aire” u otras de humor?  
‘Aída’ lo que tiene son muchos años de rodaje, se ha convertido en una serie familiar que quiere ver todo el mundo, eso es lo tiene. No me atrevería a decir lo que no tienen otras series. Además creo que las otras tienen cosas maravillosas que tampoco puede llegar a tener ‘Aída’. Cada una es de su padre y su madre y cada una tiene cosas positivas y cosas negativas, pero vamos, creo que se hace muy buena ficción española.   
Hablando un poco de todo…. ¿Te volveremos a ver como maestro de ceremonias en el teatro con ‘The Hole’?  
No, esa fue una etapa maravillosa, me lo pasé muy bien, es una de las obras de teatro de las que más orgulloso estoy como actor y estuvo muy bien, por eso no hay que repetirlo.   
¿Qué tal fue la experiencia con Alaska y Mario en su programa de la MTV?  
Fue muy bien, Olvido es muy amiga mía y la admiro muchísimo. Yo a ella la conozco desde que empecé en Aída que tenía yo doce años, así que imagínate. Suelo quedar con ellos para tomar un café o lo que sea, pero esta vez fue con cámaras delante.  
¿Te gustaría que hicieran un reality de tu vida?  
No, no me atrevería y además sería muy aburrido. La gente se piensa que no soy aburrido pero soy tremendamente aburrido. ¿Quién no ha pensado viendo el reality de Alaska y Mario cómo sería un reality de su vida? Lo pensé también el otro día estando en casa de mi madre comiéndome un filete de pollo a las doce de la noche y le dije: “Mamá, en realidad no podría tener un reality porque sería aburridísimo”. Yo es que en realidad solo trabajo y veo cine, veo mucho cine compulsivamente, así que serían escenas mías en el sofá viendo películas. Sería muy Hanekee, planos fijos como los que hace él. También me lo paso muy bien con mis amigos y tal, pero tener un reality  no es hacia donde yo quiero caminar. Estoy a favor de este formato televisivo, lo admiro. ‘Hotel Glam’ me encantó ‘Gran hermano’ forma parte de la vida de todos los españoles  y me encantan pero la verdad es que los prefiero ver  desde la discreción, desde el sofá y desde un segundo plano.
Lourdes Coné y Sergio Navarro.

20 agosto 2013

Entrevista a José Luis Gil



Con motivo del estreno del cortometraje 'Entre cartones' en el que Jose Luis Gil debuta en el mundo de la dirección, con juntamos con el famoso intérprete para charlar de lo que nos depara la nueva temporada de 'La que se avecina', así como de su nueva faceta. 
"Me empeño en creer que no tengo nada que ver con Enrique Pastor porque lo veo y pienso: Pobrecito, me da mucha pena"   
Vayamos al grano: ¿Qué nos depara la nueva temporada de 'La que se avecina'? 
De todo. No os puedo contar nada, es top secret. ¿Sabéis que un actor americano que se dejó el guión de una serie en el taxi y casi le matan? Se lo robaron y fue una historia porque eso es un material secreto si se trata de un capítulo que no se ha emitido. Pero vamos, en ‘La que se avecina’ pasan muchas cosas, tenemos mucha suerte con los guionistas que son los padres de la criatura y para los actores es un placer tenerles y nosotros somos los primeros seguidores de la serie que estamos deseando que nos lleguen los guiones. Yo si puedo no leo las tramas de los demás para luego verlas, aunque a veces sí que tengo que hacerlo si afecta a las mías. Hay incorporaciones como María Adánez, hay alguna baja temporal, hay apariciones en capítulos de gente…  
Enrique Pastor y Juan Cuesta son personajes similares… ¿se parecen en algo a José Luis Gil?  
Yo me empeño en creer que nada, porque los veo y pienso: “pobrecitos, me dan mucha pena”. Pero a lo mejor tienen más de lo que yo creo. Hombre, tienen parte de mí porque yo soy el que los hago, entonces aunque tú no seas así, todo lo pasas por cómo reaccionarías tú si estuvieras en ese puesto y si fueras como él. De gestos y eso estará plagado de cosas mías que no utilizo a menudo, pero están en mí. Seguro que alguno de mis hijos dirá: “Te pareces más de lo que tú te crees”.  
¿Qué otro personaje de la serie te verías interpretando?  
No, sinceramente no, porque están muy bien. Cuando las cosas no están bien te planteas que igual tú podrías hacerlo de otra manera, pero es que cuando están bien… El Recio es muy difícil hacerlo mejor. Es que hacer ese pedazo de ser impresentable que tiene todos los defectos de la especie humana en una sola persona, y que todo el mundo esté deseando que aparezca es una labor de Jordi brutal como actor. El personaje es muy divertido pero muy odioso y es mérito del actor, así que yo hacer del Recio no, porque Jordi es insuperable. Hacer otro personaje de la serie no… ¡De otra serie! Yo tengo cariño a mi personaje pese a que le maltraten mucho. Cuando le escriben cosas –me acaban de entregar el guión del 7º- les digo a los guionistas que pobre de mi personaje. “¿No te gusta el capítulo?”, me preguntan. Y es una trama preciosa, pero lo pasa tan mal…  
¿Después de tantos años trabajando juntos, con quién hay más química?  
Siempre recurrimos a eso, pero es verdad: Evidentemente con algunas personas tienes más relación que con otras pero somos un equipo en el que estamos todos muy a gusto. Yo por ejemplo es con quien tengo más convivencia, Isabel Ordaz, Jordi Sánchez, Nacho Guerreros, Cristina Castaño… que es con los que haces más roce. Hay gente como Isabel que nos conocemos de la otra serie ya, y compartimos muchas cosas juntos y nos entendemos muy bien, pues a ti te da una satisfacción y una seguridad porque sabes que ella te entiende. Y siempre es una pequeña locura trabajar con Isabel. Mira, para la respuesta voy a excluir a los hombres y me voy a quedar con Isabel y Cristina, que es un encanto.  
¿Y qué tal ha sido el reencuentro con tus vecinos de Desengaño 21 (‘Aquí no hay quien viva’)?  
Pues mira, muy inesperados los dos. Cuando nos dijeron que se iba a incorporar Fernando Tejero a ‘La que se avecina’ me sorprendió mucho porque después de 5 temporadas que llevábamos, no me lo esperaba. Y en el caso de María Adánez absolutamente igual. Ha sido una maravilla, un pequeño déja vú que aunque sean otros decorados y personajes, el hecho de tener una secuencia con ellos es muy bonito. Antes la pija era la pija y ahora es una abogada con más peso y más mujer. Yo con María creo que no nos habíamos vuelto a ver. Y con Fernando casualmente en algún estreno.  
¿Y la relación con Eduardo García, que lleva 10 años siendo tu hijo?  
El día 22 de junio hizo diez años que empezamos a grabar ‘Aquí no hay quien viva’. Ha hecho ahora 19 años, ya es un hombre. Yo cuando era pequeño le regañaba, pero a estas alturas… Aparte que ahora ya pasamos menos tiempo juntos porque en tres años se hicieron 90 capítulos, y en ‘La que se avecina’ llevamos casi 7 años y llevamos ochenta y pico. Con el doble de tiempo hemos hecho menos capítulos.  
¿Cómo te reconocen en la calle o qué frases son las que más te dicen?  
Me dicen de todo. Durante un tiempo y como todo el mundo se puede imaginar fue el “Váyase señor Cuesta, váyase”, pero afortunadamente eso ya ha cambiado mucho. Es curioso porque sobre todo la gente más joven me llama José Luis, sin embargo a lo mejor los de mi edad si que me dicen “¡Enrique Pastor!” o “Concejal, ¿nos hacemos una foto?” que te hacen pasar vergüenza a ti.  
CORTOMETRAJE ‘ENTRE CARTONES’ 
Queremos saber un poquito sobre el corto que has dirigido.  
‘Entre cartones’ es una historia que se aleja un poco de lo que se está acostumbrado a ver de mí. No es una comedia divertida, ni 15 minutos de risas y de “ji ji ja ja”, ni nada de eso; es todo lo contrario. Es un trozo de la vida de dos personas que por circunstancias distintas tanto de él como de ella pues se ven obligados a estar en la calle casi de un día para otro. Es en la calle donde se encuentran y básicamente es una historia de amor de dos personas que están al límite porque sienten que sus vidas tienen poco sentido. Tiene un final… un final que tiene que tener, pero que yo no me quedaría con el final porque es una consecuencia que podría haber pasado en ese momento, 15 años después, o no haber pasado nunca. Yo me quedo con una frase que ponemos en el comienzo del corto: “Cuando se emprende el camino de regreso, la soledad es tan pura y auténtica que un breve encuentro con otra soledad puede dar sentido a cualquiera de nuestras vidas”. Es la historia de ese encuentro.  
¿El guión también es tuyo?  
Sí. Es mío porque la idea siempre fue mía y yo en principio no quería que el guión fuese mío, sino recurrir a conocidos y amigos que tengo guionistas que además son muy buenos. Les comentaba que tenía una idea recurrente que siempre me venía cuando daba paseos por Madrid, del teatro a casa, que me gustaría darle forma en un guión… Pero claro, los guionistas son gente muy ocupada y ellos alargaban el tiempo, hasta que en un momento en el que me dije: “Bueno, ¿por qué no hago una escaleta de lo que quiero contar?”. Me puse a escribir cosas hasta que me di cuenta que tenía un guión. Le di las vueltas necesarias para corregir algunas cosas necesarias y la reflexión que hice fue: “Yo creo que si este guión me lo hubiera escrito alguno de estos amigos guionistas yo lo hubiera leído y lo habría dado por bueno”.   
¿Y qué tal en tu otra nueva faceta, la de director?  
Yo siempre quise dirigir esto. Igual que el guión pensé que lo escribiera alguien, en lo de dirigir no me daba ningún miedo porque yo no quería hacer ningún alarde como director. Quería contar la historia de una manera muy sencilla, no quería planos secuencia, travellings, grabar de aquí, de allí… No quería hacer un videoclip que es lo que hacen muchos de los chavales que salen de la escuela que saben mucho técnicamente y quieren lucirse con una gran gama de planos, y lo entiendo.  
Mientras haya una buena historia con planos fijos…  
Sí, planos fijos, planos tranquilos. Eso lo tenía claro que quería que fuese así. Yo tengo mi idea de cómo quiero el plano del parque, pero sí que estoy abierto a que si un cámara me dice: “Mira, ¿y si lo hacemos así en vez de así?”, pues perfecto, se lo compro ya.  Se aprende mucho de la gente que está empezando. El material también es precario, grabando con Canon y tal, pero esto es un cortometraje, no estamos haciendo ‘Titanic 2’. No queramos hacer a nadie creer que hemos rodado en 35mm porque no hemos rodado en 35mm. 
Contabas que la historia se te ocurrió en los paseos, pero ¿te has basado en alguna historia real en concreto?   
No. Son historias que te puedes imaginar o te han contado cosas parecidas. Los personajes te pueden recordar a cualquier persona, pero no es nada concreto que yo haya vivido a mi alrededor. Es una reflexión que hice del trayecto de la Gran Vía a mi casa porque pasas por varios sitios donde vive gente en la calle y he charlado alguna vez con ellos porque son muy majos; te conocen, te preguntan… alguna vez he echado un cigarrito con ellos. Y detrás de cada una de estas personas siempre hay una historia muy larga, muy amarga, o muy corta y reciente. Seguro que no todos son alcohólicos de nacimiento.   
Claro, en época de crisis cada vez más gente se ve abocada a tener que vivir en la calle.  
Pues de eso, ¿quién nos dice a los que estamos más o menos acomodados –porque ya no hay nadie acomodado- que mañana no te pega un giro la vida, por ejemplo económico, en el que te ves en la calle sin nada y sin perspectivas de nada. ¿Por qué él sí y tú no? Nadie está a salvo de que le ocurra esto hoy en día.   
Se ha rodado en Valencia. ¿Por algo en especial?  
Sí, por algo muy especial. El corto una vez escrito estaba condenado a quedarse en un cajón porque yo estaba haciendo televisión y teatro a la vez, y no estaba con mucho tiempo como para decir de prepararlo, pensar en la producción, ver cómo encajarlo. Yo tengo mi twitter y mi Facebook pero no soy muy asiduo; entro de vez en cuando pero no participo. Acabé de escribirlo por la madrugada y se me ocurrió poner “Acabo de terminar el guión de ‘Entre cartones’”, como quien pone “Mañana el lunes, qué le vamos a hacer”. Y a ese mensaje respondió Antonio que tiene aquí (en Valencia) su productora y me preguntó por privado qué era eso de ‘Entre cartones’ y le dije que era el guión de un corto mío y que no sé si algún día se llegará a rodar. Aunque yo estaba en Madrid y ellos en Valencia me dijeron que supiese que tenía la posibilidad por si alguna vez quería.   
Y a la vista está que sí que quisiste porque el corto ya es una realidad.  
Porque luego pensando me di cuenta que en una función que iba a hacer, venía tres veces a Valencia al Teatro Olympia haciendo ‘Fuga’. Le dije: “Acabo de ver que tengo estaré allí tres semanas y como casi todo el corto es de noche, me tendré que quitar horas de sueño, pero si se tiene la producción preparada y tal, igual lo podemos grabar en esas fechas. Y se puso las pilas comprometiéndose a que lo tenía. Y efectivamente. Salía del teatro y me iba al rodaje.   
Agotador, pero gratificante.  
Claro, y así tengo mi corto. Grababa hasta las 6 de la mañana, luego dormía hasta la hora de comer y después a hacer la función. Y lunes y martes me iba a Madrid a grabar la serie.  
¿Tienes otra historia ya pensada?  
Sí, ya tengo otra escrita. Se me ocurrió fantaseando y éste lo empecé a escribir con menos miedo que el otro, aunque éste es más complicado. Me tomé un poquito más de tiempo, pero ya está escrito. Se llama ‘Negro sobre blanco’ y no lo hemos rodado antes porque yo no he podido por problemas de calendario y tal. Pero si termino la serie a finales de septiembre o así, lo haremos porque ya tenemos la localización y todo. A mi equipo le ha gustado esta historia más que ‘Entre cartones’. Será en Oliva, porque necesito un chalet a pie de playa y es estupendo el que hemos encontrado. 
Lourdes Coné y Sergio Navarro.