25 abril 2014

Cómo conocí vuestro post (3)

Como escritor de un blog, también me gusta ser lector de otros muchos, sobre todo de televisión. A menudo leo entradas que me encantan y que vista su originalidad llega a darme rabia que no se me hayan ocurrido a mí y me da pena que no aparezcan en Esta Nuestra Televisión. De este modo, seguimos con nuestra sección: "Como conocí vuestro post" siempre enlazando al lugar original y mencionando a quién pertenece. Hoy descubrimos un texto de Mikel Zorrila publicado en ¡Vayatele.

Durante los últimos años he notado una marcada tendencia por parte de un sector de los amantes de las series de televisión a valorar de forma extrema los finales de las series que hayan causado cierto impacto. Parece que ya solamente se puede tener uno de los mejores o peores finales de la historia y que cualquier punto intermedio es algo que no existe o que no merece la pena valorar, ya que existe una especie de obsesión por crear polémicas innecesarias expresando nuestra opinión personal.
 
Tengo bastante claro que ‘Lost’ marcó uno de los puntos álgidos de ese fenómeno, pero es que durante los últimos años está alcanzado cotas tan delirantes que me ha llevado a pensar en la posibilidad de que simplemente estamos perdiendo la capacidad de disfrutar con las series porque lo analizamos todo tanto que el objetivo ya no es pasarlo bien con lo que puede ofrecernos, sino la necesidad de sacar fallos y anticiparnos a lo que pueda suceder en el futuro en general y en su desenlace en particular. Es algo que además trae consigo otros problemas adicionales. 
Mucho sobrenálisis, poca diversión   
Está claro que la reciente emisión de los dos últimos episodios de ‘Cómo conocí a vuestra madre’ es lo que me ha hecho reflexionar sobre este tema, siendo un caso especialmente peculiar, ya que las grandes polémicas suelen venir de la mano de los dramas y no de las comedias. Sin embargo, la propia serie giraba desde su concepción alrededor de quién sería la madre de los hijos de Ted Mosby, cuya identidad ya fue revelada al final de la penúltima temporada. Éramos muchos los que deseábamos un final plácido, pero los propios responsables de la serie optaron por algo diferente, plantando de antemano las semillas de lo que estaba por venir.  
Ahora es cuando tengo que confesaros que a mí no me gustó el final de la serie, pero también que considero que está bastante bien llevado y la única pega que puedo ponerle es que yo hubiese optado por otro desenlace. ¿Estoy por tanto condenado a despreciarlo y echar pestes de él de aquí en adelante? No es el caso y tengo claro que una de las claves para ello ha sido el no sobreanalizar la serie, en especial durante su tramo final. Sí, se prestaba a ello e incluso hice alguna conjetura después de determinados episodios, pero en ningún momento, incluso cuando ‘Cómo conocí a vuestra madre’ tocó fondo y dudaba sobre si debía seguir viéndola o no, lo convertí en la razón de ser para seguir adelante con ella.  
Si buscáis un poco por Internet, encontraréis multitud de foros en los que se investigaba de forma obsesiva cualquier mínimo detalle. Una condena de antemano a cualquier cosa que sucediera y no se ajustase al milímetro al plan mental que ellos habían trazado. Eso sí, no sé si aún fueron peores esos abundantes comentarios en diversas redes sociales diciendo que ya lo habían visto venir, siendo en muchas ocasiones para añadir unas palabras de decepción más o menos pronunciadas según el caso. ¿Tan difícil es volver a dejarse llevar y disfrutar de las series como un todo en constante evolución y no una transición más o menos interesante hasta que se nos desvele el ansiado final?  
Todo es un spoiler  
También con motivo del final de ‘Cómo conocí a vuestra madre’ he notado que los límites de los spoilers son aún más difusos como resultado de ello. Ahora hasta valorarlo con un simple “(no) me ha gustado” puede causar un grave perjuicio a los demás, ya que hemos estado expresando de forma reiterada nuestras opiniones o pronósticos sobre lo que debería pasar en el último episodio, por lo que el sobreanálisis se cobra una nueva víctima en todos aquellos que soportaron lo cansinos que llegamos a ser en su momento.Está claro que no soy nadie para pedir a la gente que deje de hacer esto, ya que es el resultado de una especie de competición entre fans que disfrutan sobremanera haciéndolo. ¿Ha llegado ya el punto en el que incluso disfrutan más así que con el propio visionado de los nuevos episodios? Habrá de todo, pero lo que también resulta preocupante es la fuerte vigencia del hate-watching que puede llevar en algunos casos a hacer comentarios con mala leche por el mero hecho de la reiterada ¿decepción? —llega un punto en el que ya deja de ser la palabra adecuada para describirlo, pero tampoco tengo claro cuál debería usarse entonces—.  
Eso sí, peores aún son aquellos que odian la serie por un motivo u otro —decidieron abandonarla porque ya no les gustaba o simplemente la odian por motivos que no vienen al caso— y dejan comentarios troll poco después de la emisión del final, los cuales pueden ser en sí mismos muy genéricos, pero también ocultan pistas excesivas sobre lo que ha sucedido. Obvio es que esto sólo sucede con desenlaces polémicos —aunque ya casi cualquiera de cierta importancia acaba siéndolo—, pero, ¿tan difícil es dejar estar a los demás cuando son pesados con algo cuando seguro que hay otras cosas en las que el pesado lo serás tú?  
¿Y ahora qué?  
Sospecho que la cosa solamente puede ir a peor y seguro que hasta habrá algún caso en el que yo mismo suelte alguna barbaridad sobre el final de determinada serie, pero lo que tengo claro es que no quiero que esté todo encaminado a saber cómo lo resolverán. Es natural que queramos unir puntos y saber más sobre esos detalles que se nos pueden haber pasado por alto o que no hemos terminado de comprender del todo, pero no a costa de dejar de disfrutar viendo nuestras series, algo que también estamos haciendo al convertir su visionado en una rutina casi obligatoria.  
Si las series se han convertido en una especie de deberes y el único disfrute de algunos es querer ser los más listos de la clase, ¿para qué exactamente las vemos? ¿Para poder despotricar a gusto o para pasárnoslo bien? Es obvio que tampoco podemos aceptar cualquier cosa que nos vendan —una cosa es querer pasarlo bien y otra dejarse engañar con cualquier sinsentido—, pero tampoco hay que resistirse tanto a dejarse sorprender, porque es bastante probable que disfrutemos más así.Lee más entradas de Mikel Zorrilla pinchando aquí.

12 abril 2014

Los dragones no pueden ser domados


Crítica del estreno de la 4ª temporada de 'Juego de Tronos' 
Lo llevábamos esperando meses. Los últimos acontecimientos de la tercera temporada nos dejaron con ansias por saber cómo se iban a desarrollar más adelante. Ya anunció hace meses la HBO que a partir de la cuarta temporada las tramas de los personajes iban a dar unos cuantos giros con respecto al libro para hacer una ficción más completa y no sólo una adaptación. Así que los fans que piensen que ya saben lo que va a pasar “porque se leyeron los libros antes que tú y de que estuviese de moda 'Juego de Tronos'” vamos a llevarnos unas cuantas sorpresas en la serie. ATENCIÓN, SPOILERS DE LA CUARTA TEMPORADA A PARTIR DE AQUÍ
La temporada comienza con fuerza mostrando a Tywin y a Jaime, padre e hijo, reencontrados después de mucho tiempo. Funden la espada del difunto Robb Stark, una magnífica metáfora que hace más palpable que el Rey del Norte y todo lo que representaba ha muerto para siempre. En estos momentos los Lannister vuelven a tener el poder absoluto y no hay ningún aspirante a rey capaz de plantarles cara. Jaime, el mejor espadachín de Poniente, perdió la mano que le ayudó a mantener ese título, por lo que deja de ser de utilidad como caballero y su padre le ordena salvaguardar Roca Casterly, casarse y tener hijos. Algo a lo que no está dispuesto, ya que eso le obligaría a separarse del amor de su vida, su hermana Cersei. 
Entre los nuevos fichajes tenemos a Oberyn Martell, más conocido como la Víbora Roja. Es el príncipe de Dorne, el reino más al sur del continente, donde el clima es tan árido que ha habido estaciones en que apenas ha llegado el frío. Aunque este invierno tiene toda la pinta de que vaya a acercarse y bien fresquito. Durante la escena que protagoniza, no exenta de pechos, descubrimos que su odio hacia los Lannister no es fortuito: Tywin Lannister mandó al hermano del perro violar a su hermana Elia y después partirla en dos de un mandoble y asesinó a sus hijos. La mujer que vemos junto a él y con la que comparte aficiones en el burdel es su amante Ellaria Arena, una bastarda que le acompaña sin vergüenza en un mundo donde no tener apellidos nobles es lo peor que hay ya. 
Son momentos en los que la casa Lannister cree vivir un período de relativa seguridad cuando se intensifican los problemas sentimentales. Después de todo por lo que ha pasado Jaime para volver a casa y poder reencontrarse con Cersei descubre que nadie le ha recibido con los brazos abiertos. Jaime va a la guerra, le secuestran, consigue huir, le cortan una mano, supera un sinfín de adversidades, recorre medio continente para volver a verla, y su querida hermana le echa en cara que ha tardado demasiado. Sí, demasiado tiempo aguantándote a ti, guapa. 
Otra pareja que no está pasando por su mejor momento es la de Shae y Tyrion. La entrañable relación que tenían se vio truncada capítulos atrás cuando a él le forzaron a casarse con Sansa, por lo que tuvo que mantener distancias con su amante para que no le cortaran la cabeza a la puta (con perdón, pero es su profesión). Cosa que parece no entender y sus celos crecen exponencialmente, así que ya veremos en próximos capítulos cómo avanza este amor imposible. 
Reconozcámoslo, Sansa ha sido desde el principio uno de los personajes más aburridos, tanto en la serie como en el libro. Pero voy a romper una lanza a favor de ella diciendo que es uno de los personajes más complejos y de mis favoritos. Al principio la vimos como una princesita ingenua que esperaba casarse con un rey bondadoso, recitar canciones de caballeros y tener muchos hijos rubios y guapos. Vamos, una princesa Disney en toda regla. Pero desde que presenció cómo decapitaba a su padre a la pobre no le ha pasado nada bueno. Y eso la ha curtido hasta el punto en que la Sansa de Invernalia no tiene nada que ver con la que vamos a ver a partir de ahora. La Sansa madura es fría, desconfiada, se ha construido un escudo con el que poder defenderse de todos los que han estado aprovechándose de ella y haciéndola sufrir por placer. 
Una de las cosas que más nos gusta de Juego de Tronos son los dragones. Las secuencias con Daenerys rara vez son aburridas y esta vez cumplió las expectativas. Los dragones van creciendo temporada a temporada y en ésta vemos a ‘la reina Shakira’ acariciando a un tranquilo Drogon que de repente parece revelarse a su madre y plantarle cara. Ya le advirtieron que los dragones no se pueden amaestrar y son bestias salvajes, así que ya veremos cómo avanzan los acontecimientos y hasta dónde llega el instinto de un dragón cuando su madre humana se pone por delante. 
También se nos presenta Daario Naharis con un nuevo rostro. En los libros lo representan con el pelo azul, bigotes dorados, prendas extravagantes y apuesto. En la temporada anterior decidieron darle un look menos colorido y Ed Skrein lo interpretó como un joven rubio con el pelo largo y liso. Pues esta temporada ha vuelto a cambiar el actor por Michiel Huisman. Vamos, que como en la siguiente temporada elijan a otro actor creo que ya sabremos cuál es el paradero de Jaqen H’ghar, el Hombre sin Rostro. 
Pero sin duda la guinda del pastel fue la escena final de Arya y el Perro. En Juego de Tronos nada es lo que parece. Vale que Arya quiere matar al Perro y no le ha dedicado una palabra bonita en toda la serie, pero también se ve que la tensión que había entre ellos se ha relajado. Y las cosas como son, el Perro cada vez nos cae mejor a pesar de tener ese código de moralidad tan peculiar. 
Sin duda la cuarta temporada de Juego de Tronos no habría podido empezar mejor. Nos han mostrado a la gran mayoría de personajes principales (no olvidemos a Hodor) y nos han presentado a algunos nuevos personajes que seguro tendrán peso en el desarrollo de la historia.  Oberyn Martell ha abierto una puerta a Dorne para que podamos conocer algo más del reino del desierto y que muero de ganas por verlo en pantalla. Ha vuelto a sonar Las lluvias de Castamere que a más de uno le habrá puesto los pelos de punta recordarla. Los dragones cada vez son más imponentes. Y lo mejor: por fin se acerca el invierno.

10 abril 2014

Petición a TVE para renovar 'Laura'



A la dirección de TVE, en concreto a la dirección de contenidos y de programación de TVE: 
Antes de nada, quería decirles que entiendo perfectamente que ustedes son una empresa y no una ONG, por lo tanto tienen que hacer productos que les sean rentables gestionando los ingresos que reciben de todos los españoles. De ese modo tienen la obligación, o deberían tenerla, de contentar con sus espacios a la mayor parte del público. ‘Los misterios de Laura’ no tiene la misma audiencia que les hace un ‘Águila Roja’, pero en cambio tiene un público muy fiel y entregado, con un share que se supera siempre semana tras semana y con una media en su última temporada del 12,1% y 2.455.000 espectadores, aunque en el final se ha acercado al 15% y rozando los 3 millones. Series de la competencia, con menos audiencia, han conseguido ya su renovación, pero de Laura no sabemos nada. Se nota que a ustedes les gusta jugar también a los misterios.   
No sé si ustedes, todos los que trabajan en Televisión Española, ven ‘Los misterios de Laura’ y si les gusta. Imagino que les agradará menos que ‘Isabel’ pero más que ‘La República’. Si la ven, sabrán que es una serie que no se puede echar a perder, que después de tres perfectas temporadas y con muchísimo todavía por ofrecer, Laura no puede desaparecer porque tiene mil aventuras por delante. Es una serie familiar sin echar para atrás, cosa que todas las ficciones españolas pretenden conseguir y pocas lo hacen de un modo tan magistral como en ésta. También es amable, entretenida, sorprendente, y lo mejor: nada política.  
En ocasiones vemos capítulos especiales en series que las cadenas convierten en eventos para que las vea todo el mundo. No sé si saben que la tercera temporada de ‘Los misterios de Laura’ ha estado formada por sucesivos episodios únicos, diferentes y espectaculares. El del asesino de la sauna, el del hombre con dos mujeres, el de la mujer de las mil caras, el de Laura y sus amigos de la infancia, el doble del final con Lydia Bosch… y varios más. Es una serie muy especial que creo que se podría aprovechar al máximo y ustedes no la están sabiendo explorar como es debido.  
¿Por qué no han anunciado más la serie durante esta temporada? Hicieron bien en no programarla contra el final de ‘El tiempo entre costuras’ y los espectadores se lo agradecimos, pero creo que después de su buena acción, ya se olvidaron de tratarla bien, como si ya estuviese todo hecho. Y no. Una serie necesita un cuidado semanal, una protección para que no se la coman los demás, y un respaldo por parte de la cadena para que el producto salga adelante de la mejor manera posible. Pero ustedes no han querido ni promocionarla. Mucha gente ni se ha enterado de que ‘Los misterios de Laura’ volvió. Podrían haber hecho eventos, como una premiere en Gran Vía de las que les gusta hacer con otras de sus series, o llevarla al Festival de TV de Vitoria, por ejemplo.   
Algo de autobombo en la cadena no le habría venido nada mal. ¿Por qué no han querido darnos la tabarra con que María Pujalte ha ganado un premio como la mejor actriz en Nueva York por el personaje de esta serie? Es increíble. ¿Por qué no anuncian que en Estados Unidos se está haciendo la adaptación de esta serie para la NBC y con un reparto de lujo? Sólo por este motivo ya les interesaría a ustedes renovar la serie. Por eso, porque son una empresa, económicamente tienen un filón y es decisión suya aprovechar esta oportunidad al máximo. ¿Por qué…? Hay mil dudas. Y estas cosas en cadenas privadas como Atresmedia o Mediaset, las aprovecharían para recordarlo cada dos por tres. Tal vez sea porque ellos sí confían en sus productos y le quieran sacar el mayor partido. Señores, que tuvieron en un capítulo a Marián Álvarez, la actriz ganadora del Goya de este año y ni lo nombraron por ningún lado. Aprovechen estas cosas para promocionar sus capítulos.    
Tienen en ‘Los misterios de Laura’ un reparto fijo de lujo que se deja la piel en dar vida a sus personajes, además de un reparto que varía en cada capítulo de mayor categoría. Unos guionistas con una carrera a sus espaldas realmente envidiable. Unos técnicos que cuidan al mínimo detalle todo lo que se va a ver en pantalla para construir una serie perfecta. No sé qué es lo que les descuadra o lo que ustedes no ven para que no promocionen esta ficción como es debido. No sé por qué no tratan de mantenerla para que dure todo lo que tiene que durar. Porque Laura tiene mucha vida por delante (por muuuucho tiempo que dejen pasar entre temporada y temporada).  
Tanto suplicarles la renovación de una cuarta temporada cuando ustedes no la han dado por cancelada creo que puede ser un poco contraproducente. Ustedes tienen la sartén por el mango, y si se ponen chulos y dicen que ya no hay más porque les molesta nuestra actitud desconfiando de la decisión que van a tomar, pues será que no y no tendremos nada que decir. Yo estoy seguro de que una cuarta temporada es posible en TVE (y una quinta, y una sexta…) y si no han dicho nada todavía es porque aún no están todas las cartas echadas. Eso sí, todos esperamos la noticia pronto. Y que sea positiva, por favor.  
Señores de TVE, sé que no he dicho nada nuevo, nada que mucha gente no haya dicho aún, y nada de lo que ya habrán oído o pensado ustedes mismos. No obstante, esto es como una manifestación y cuanta más gente alce la voz, estoy seguro que más se podrá se conseguir. Porque vale la pena, porque mucha gente disfruta, y porque tenéis un producto de primera calidad entre manos, pedimos la renovación para ‘Los misterios de Laura’.  
Atentamente, 
Sergio Navarro, un fan más de ‘Los misterios de Laura’.

04 abril 2014

'Cómo conocí a vuestra madre'... y fin



Voy a hablar libremente de la serie al completo, así que si la vas a ver, mejor lee otras entradas del blog o te destrozaré el final. 
Cuando por fin Ted termina de explicar a sus hijos lo que le ha llevado nueve años, ella le dice: “Nos has hecho sentarnos para contarnos la historia de cómo conociste a mamá y ella casi no aparece. No, esta es la historia de cómo estás totalmente enamorado de tía Robin”. No es por ir de guay ahora porque llevo diciéndoselo a todo el mundo desde que acabó el capítulo 1, pero era muy previsible que acabase así. Desde el principio te están marcando una tensión que tenía que terminar de este modo, con Ted y Robin juntos. Pensaba que sería un “pero vuestra madre murió y me quedé con vuestra tía”, y no que fuese la hija la que le incitase, a la que por cierto no le da ninguna pena que su madre se haya muerto. 
Las tensiones sexuales hay que alargarlas, por lo que juntarle a ella con Barney era una buena idea, igual que para alargar la tensión en ‘Friends’ entre Ross y Rachel, juntaron a ésta con Joey las últimas temporadas aun sabiendo que acabaría con Ross. Pero en ‘Cómo conocí…’ han cometido un error. Y es que desde hacía mucho tiempo, la tensión entre los dos personajes había desaparecido. Hacía unos años en los que ninguno sentía a penas nada por el otro. Él con sus ligues y ella con Barney. Y encima nos han mostrado a un Barney nuevo y enamorado y a una madre encantadora. Tan adorable era que por mucho cariño que tuviésemos a Robin, casi preferíamos que acabase con la nueva. Ah, y dos observaciones: 1) a la hija de Ted le da igual que su madre esté muerta, y 2) qué raro que Robin tan guapa, tan famosa y tan maja, no haya encontrado pareja hasta que Ted va a recuperarle. 
Así que colorín colorado, entre Ted y Robin triunfa el amor. ¿Pero qué pasa con el resto de personajes? Lily y Marshall renuevan sus votos de una bonita manera y se descubre que se convertirán en familia numerosa, y que él conseguirá por fin convertirse en juez. Y Barney, quién tiene alergia al compromiso y a los bebés, acaba teniendo una hija, Ellie, quien se convierte en su amor verdadero. Todo esto se va conociendo en el último capítulo, suponiendo cada una de las secuencias lo que podría haber ocurrido en futuras temporadas de forma condensada y que posiblemente habría sido de agradecer ver un poco más de desarrollo. 
Lo mejor para mí de esta última tanda y sobre todo de la season final ha sido la recuperación de gags recuerrentes que se han visto durante todo el tiempo que duró la serie. Por ejemplo, hablar de Canadá, la calabaza putilla, el “choca esos cinco”, el “Hola, ¿conoces a Ted?”, el cambiar el orden de dos palabras tipo “Capitán General”, y lo mejor de todo es que recuperan algo que es lo que mejor ha definido el amor entre Robin y Ted: la trompa azul que roban en el primer capítulo. 
La serie ha durado nueve temporadas, pero a partir de la sexta con todo el tema de Zoey y el Arcadian yo creo que la serie empezó a perder su frescura e interés y todos los que seguimos viendo ‘Cómo conocí…’ fue por el cariño que ya se le tenía a la serie. Al acabar la octava pudimos poner cara a la madre, y al empezar la novena nos encontramos con un lavado de cara que le hacía falta a la serie. Cambiar el decorado y darle más importancia a personajes secundarios creo que fue interesante en la recta final para tener aires nuevos y recuperar parte de su frescura; cosa que ha conseguido. Lo raro es que se le haya dedicado una temporada entera a una boda que no ha llevado a mucho, al menos en el enlace, pero lo bueno es que gracias al evento, Ted pudo conocer a la madre. 
Si la serie siempre se caracterizó por su narrativa con flashbacks y en ocasiones flashforwards, en la novena temporada creo que se han superado y han conseguido que fuese la más perfecta por el juego con la línea temporal. La relación entre Ted y la madre ha ido hacia delante (antes de que se conocieran) y en el futuro (después de conocerse, teniendo hijos por ejemplo), pero todo eso sin haber visto su primer encuentro, el momento en el que realmente se ven las caras por primera vez. De este modo, cuando Ted le conoce, ya sabemos casi todo de ella. 
Es una pena saber que ya no volverá una serie que siempre has tenido pendiente y tener que tacharla de la lista. Es ‘Cómo conocí a vuestra madre’, pero se podría haber llamado ‘Cómo conocí a vuestra tía Robin (que parecía que acabaría con Barney, y mientras tanto si queda tiempo os contaré cositas de Lily y Marshall para rellenar)’. Sea como fuere, se acaba una gran serie que no hay que juzgar sólo por su final, porque ha sido algo legen… espera un momento, dario. Legendario.

01 abril 2014

Mirando la tele de... María Pujalte


María Pujalte se mete cada martes en la piel de Laura Lebrel en la serie 'Los misterios de Laura' que está a punto de acabar temporada sin un futuro claro. Al acabar la primera temporada participó en '¿Los quién?' junto a Javier Cámara y anteriormente fue una de las protagonistas de '7 vidas' entre 2004 y 2006. Se dio a conocer unos años antes con su personaje de Mamen en 'Periodistas' aunque antes ya había tenido un fijo en 'Los negocios de mamá'. Es un placer contar con esta actriz en los cuestionarios sobre la televisión, donde nos desvela que le encantaría participar en más capítulos de 'Laura'.