20 agosto 2013

Entrevista a José Luis Gil



Con motivo del estreno del cortometraje 'Entre cartones' en el que Jose Luis Gil debuta en el mundo de la dirección, con juntamos con el famoso intérprete para charlar de lo que nos depara la nueva temporada de 'La que se avecina', así como de su nueva faceta. 
"Me empeño en creer que no tengo nada que ver con Enrique Pastor porque lo veo y pienso: Pobrecito, me da mucha pena"   
Vayamos al grano: ¿Qué nos depara la nueva temporada de 'La que se avecina'? 
De todo. No os puedo contar nada, es top secret. ¿Sabéis que un actor americano que se dejó el guión de una serie en el taxi y casi le matan? Se lo robaron y fue una historia porque eso es un material secreto si se trata de un capítulo que no se ha emitido. Pero vamos, en ‘La que se avecina’ pasan muchas cosas, tenemos mucha suerte con los guionistas que son los padres de la criatura y para los actores es un placer tenerles y nosotros somos los primeros seguidores de la serie que estamos deseando que nos lleguen los guiones. Yo si puedo no leo las tramas de los demás para luego verlas, aunque a veces sí que tengo que hacerlo si afecta a las mías. Hay incorporaciones como María Adánez, hay alguna baja temporal, hay apariciones en capítulos de gente…  
Enrique Pastor y Juan Cuesta son personajes similares… ¿se parecen en algo a José Luis Gil?  
Yo me empeño en creer que nada, porque los veo y pienso: “pobrecitos, me dan mucha pena”. Pero a lo mejor tienen más de lo que yo creo. Hombre, tienen parte de mí porque yo soy el que los hago, entonces aunque tú no seas así, todo lo pasas por cómo reaccionarías tú si estuvieras en ese puesto y si fueras como él. De gestos y eso estará plagado de cosas mías que no utilizo a menudo, pero están en mí. Seguro que alguno de mis hijos dirá: “Te pareces más de lo que tú te crees”.  
¿Qué otro personaje de la serie te verías interpretando?  
No, sinceramente no, porque están muy bien. Cuando las cosas no están bien te planteas que igual tú podrías hacerlo de otra manera, pero es que cuando están bien… El Recio es muy difícil hacerlo mejor. Es que hacer ese pedazo de ser impresentable que tiene todos los defectos de la especie humana en una sola persona, y que todo el mundo esté deseando que aparezca es una labor de Jordi brutal como actor. El personaje es muy divertido pero muy odioso y es mérito del actor, así que yo hacer del Recio no, porque Jordi es insuperable. Hacer otro personaje de la serie no… ¡De otra serie! Yo tengo cariño a mi personaje pese a que le maltraten mucho. Cuando le escriben cosas –me acaban de entregar el guión del 7º- les digo a los guionistas que pobre de mi personaje. “¿No te gusta el capítulo?”, me preguntan. Y es una trama preciosa, pero lo pasa tan mal…  
¿Después de tantos años trabajando juntos, con quién hay más química?  
Siempre recurrimos a eso, pero es verdad: Evidentemente con algunas personas tienes más relación que con otras pero somos un equipo en el que estamos todos muy a gusto. Yo por ejemplo es con quien tengo más convivencia, Isabel Ordaz, Jordi Sánchez, Nacho Guerreros, Cristina Castaño… que es con los que haces más roce. Hay gente como Isabel que nos conocemos de la otra serie ya, y compartimos muchas cosas juntos y nos entendemos muy bien, pues a ti te da una satisfacción y una seguridad porque sabes que ella te entiende. Y siempre es una pequeña locura trabajar con Isabel. Mira, para la respuesta voy a excluir a los hombres y me voy a quedar con Isabel y Cristina, que es un encanto.  
¿Y qué tal ha sido el reencuentro con tus vecinos de Desengaño 21 (‘Aquí no hay quien viva’)?  
Pues mira, muy inesperados los dos. Cuando nos dijeron que se iba a incorporar Fernando Tejero a ‘La que se avecina’ me sorprendió mucho porque después de 5 temporadas que llevábamos, no me lo esperaba. Y en el caso de María Adánez absolutamente igual. Ha sido una maravilla, un pequeño déja vú que aunque sean otros decorados y personajes, el hecho de tener una secuencia con ellos es muy bonito. Antes la pija era la pija y ahora es una abogada con más peso y más mujer. Yo con María creo que no nos habíamos vuelto a ver. Y con Fernando casualmente en algún estreno.  
¿Y la relación con Eduardo García, que lleva 10 años siendo tu hijo?  
El día 22 de junio hizo diez años que empezamos a grabar ‘Aquí no hay quien viva’. Ha hecho ahora 19 años, ya es un hombre. Yo cuando era pequeño le regañaba, pero a estas alturas… Aparte que ahora ya pasamos menos tiempo juntos porque en tres años se hicieron 90 capítulos, y en ‘La que se avecina’ llevamos casi 7 años y llevamos ochenta y pico. Con el doble de tiempo hemos hecho menos capítulos.  
¿Cómo te reconocen en la calle o qué frases son las que más te dicen?  
Me dicen de todo. Durante un tiempo y como todo el mundo se puede imaginar fue el “Váyase señor Cuesta, váyase”, pero afortunadamente eso ya ha cambiado mucho. Es curioso porque sobre todo la gente más joven me llama José Luis, sin embargo a lo mejor los de mi edad si que me dicen “¡Enrique Pastor!” o “Concejal, ¿nos hacemos una foto?” que te hacen pasar vergüenza a ti.  
CORTOMETRAJE ‘ENTRE CARTONES’ 
Queremos saber un poquito sobre el corto que has dirigido.  
‘Entre cartones’ es una historia que se aleja un poco de lo que se está acostumbrado a ver de mí. No es una comedia divertida, ni 15 minutos de risas y de “ji ji ja ja”, ni nada de eso; es todo lo contrario. Es un trozo de la vida de dos personas que por circunstancias distintas tanto de él como de ella pues se ven obligados a estar en la calle casi de un día para otro. Es en la calle donde se encuentran y básicamente es una historia de amor de dos personas que están al límite porque sienten que sus vidas tienen poco sentido. Tiene un final… un final que tiene que tener, pero que yo no me quedaría con el final porque es una consecuencia que podría haber pasado en ese momento, 15 años después, o no haber pasado nunca. Yo me quedo con una frase que ponemos en el comienzo del corto: “Cuando se emprende el camino de regreso, la soledad es tan pura y auténtica que un breve encuentro con otra soledad puede dar sentido a cualquiera de nuestras vidas”. Es la historia de ese encuentro.  
¿El guión también es tuyo?  
Sí. Es mío porque la idea siempre fue mía y yo en principio no quería que el guión fuese mío, sino recurrir a conocidos y amigos que tengo guionistas que además son muy buenos. Les comentaba que tenía una idea recurrente que siempre me venía cuando daba paseos por Madrid, del teatro a casa, que me gustaría darle forma en un guión… Pero claro, los guionistas son gente muy ocupada y ellos alargaban el tiempo, hasta que en un momento en el que me dije: “Bueno, ¿por qué no hago una escaleta de lo que quiero contar?”. Me puse a escribir cosas hasta que me di cuenta que tenía un guión. Le di las vueltas necesarias para corregir algunas cosas necesarias y la reflexión que hice fue: “Yo creo que si este guión me lo hubiera escrito alguno de estos amigos guionistas yo lo hubiera leído y lo habría dado por bueno”.   
¿Y qué tal en tu otra nueva faceta, la de director?  
Yo siempre quise dirigir esto. Igual que el guión pensé que lo escribiera alguien, en lo de dirigir no me daba ningún miedo porque yo no quería hacer ningún alarde como director. Quería contar la historia de una manera muy sencilla, no quería planos secuencia, travellings, grabar de aquí, de allí… No quería hacer un videoclip que es lo que hacen muchos de los chavales que salen de la escuela que saben mucho técnicamente y quieren lucirse con una gran gama de planos, y lo entiendo.  
Mientras haya una buena historia con planos fijos…  
Sí, planos fijos, planos tranquilos. Eso lo tenía claro que quería que fuese así. Yo tengo mi idea de cómo quiero el plano del parque, pero sí que estoy abierto a que si un cámara me dice: “Mira, ¿y si lo hacemos así en vez de así?”, pues perfecto, se lo compro ya.  Se aprende mucho de la gente que está empezando. El material también es precario, grabando con Canon y tal, pero esto es un cortometraje, no estamos haciendo ‘Titanic 2’. No queramos hacer a nadie creer que hemos rodado en 35mm porque no hemos rodado en 35mm. 
Contabas que la historia se te ocurrió en los paseos, pero ¿te has basado en alguna historia real en concreto?   
No. Son historias que te puedes imaginar o te han contado cosas parecidas. Los personajes te pueden recordar a cualquier persona, pero no es nada concreto que yo haya vivido a mi alrededor. Es una reflexión que hice del trayecto de la Gran Vía a mi casa porque pasas por varios sitios donde vive gente en la calle y he charlado alguna vez con ellos porque son muy majos; te conocen, te preguntan… alguna vez he echado un cigarrito con ellos. Y detrás de cada una de estas personas siempre hay una historia muy larga, muy amarga, o muy corta y reciente. Seguro que no todos son alcohólicos de nacimiento.   
Claro, en época de crisis cada vez más gente se ve abocada a tener que vivir en la calle.  
Pues de eso, ¿quién nos dice a los que estamos más o menos acomodados –porque ya no hay nadie acomodado- que mañana no te pega un giro la vida, por ejemplo económico, en el que te ves en la calle sin nada y sin perspectivas de nada. ¿Por qué él sí y tú no? Nadie está a salvo de que le ocurra esto hoy en día.   
Se ha rodado en Valencia. ¿Por algo en especial?  
Sí, por algo muy especial. El corto una vez escrito estaba condenado a quedarse en un cajón porque yo estaba haciendo televisión y teatro a la vez, y no estaba con mucho tiempo como para decir de prepararlo, pensar en la producción, ver cómo encajarlo. Yo tengo mi twitter y mi Facebook pero no soy muy asiduo; entro de vez en cuando pero no participo. Acabé de escribirlo por la madrugada y se me ocurrió poner “Acabo de terminar el guión de ‘Entre cartones’”, como quien pone “Mañana el lunes, qué le vamos a hacer”. Y a ese mensaje respondió Antonio que tiene aquí (en Valencia) su productora y me preguntó por privado qué era eso de ‘Entre cartones’ y le dije que era el guión de un corto mío y que no sé si algún día se llegará a rodar. Aunque yo estaba en Madrid y ellos en Valencia me dijeron que supiese que tenía la posibilidad por si alguna vez quería.   
Y a la vista está que sí que quisiste porque el corto ya es una realidad.  
Porque luego pensando me di cuenta que en una función que iba a hacer, venía tres veces a Valencia al Teatro Olympia haciendo ‘Fuga’. Le dije: “Acabo de ver que tengo estaré allí tres semanas y como casi todo el corto es de noche, me tendré que quitar horas de sueño, pero si se tiene la producción preparada y tal, igual lo podemos grabar en esas fechas. Y se puso las pilas comprometiéndose a que lo tenía. Y efectivamente. Salía del teatro y me iba al rodaje.   
Agotador, pero gratificante.  
Claro, y así tengo mi corto. Grababa hasta las 6 de la mañana, luego dormía hasta la hora de comer y después a hacer la función. Y lunes y martes me iba a Madrid a grabar la serie.  
¿Tienes otra historia ya pensada?  
Sí, ya tengo otra escrita. Se me ocurrió fantaseando y éste lo empecé a escribir con menos miedo que el otro, aunque éste es más complicado. Me tomé un poquito más de tiempo, pero ya está escrito. Se llama ‘Negro sobre blanco’ y no lo hemos rodado antes porque yo no he podido por problemas de calendario y tal. Pero si termino la serie a finales de septiembre o así, lo haremos porque ya tenemos la localización y todo. A mi equipo le ha gustado esta historia más que ‘Entre cartones’. Será en Oliva, porque necesito un chalet a pie de playa y es estupendo el que hemos encontrado. 
Lourdes Coné y Sergio Navarro.

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