Una gala reivindicativa
Poca gente todavía no se ha enterado de que ayer se entregaron los premios Goya y este año han dado mucho de qué hablar. Ya hace unos días salía la noticia del periódico 'ABC' mostrando su miedo (porque no es otra cosa que miedo) y pidiendo que no se retransmitiese este año la fiesta del cine español por si los ganadores hacían comentarios respecto a la situación política, económica y social actual. ¿Quiénes son ellos para cortar la libertad de expresión de un sector muy amenazado a extinguirse? Para una de las pocas veces que con el gobierno del PP, los que salen en la tele pública no son marionetas, dejadles hablar lo que realmente crean y quieran.
Estaba claro que comentarios iban a haber y también hachazos hacia Wert, el Ministro de Educación, Deporte y Cultura. Pero a él se la traía floja, porque le entraría por un oído y le saldría por otro. Lo digo en condicional porque no se le vio más que al comienzo de la gala cuando le saludaron, y un segundo durante el discurso del presidente de la Academia, en el que se le vio al ministro aburrido mirando al suelo. Igual estaba planeando cómo irse, porque desapareció (al menos de la pantalla). No obstante, la gente no calló y siguió mostrando su insatisfacción hacia él, pero fue una lástima no poder ver sus reacciones.
Sobre todo fue Eva Hache la que más pullas iba soltando hacia las reformas, posiblemente olvidándose del humor. No se ha quedado una gala tan graciosa como las últimas (la otra de Hache, las de Buenafuente o la de Carmen Machi), ni tan reivindicativa como la del "No a la guerra" presentada por Willy Toledo y Alberto San Juan. Este año hubo unos monólogos un poco largos que no compensaba con el número de chistes. A ver qué pasa el año que viene.
Además, los videos éstos en los que Eva Hache se mete en las películas, también han perdido el humor y la frescura. El año pasado fueron espectaculares, que incluso hicimos en este blog una entrada dedicada a esto (puedes volver a leerla pinchando aquí), pero este año no sé qué ha pasado que incluso parecían lentos y sin gracia. Aunque el momento de la presentadora disfrazada de torera no tiene precio.
¿Qué pasó con los sobres?
Sobres. Otra cosa de actualidad que estuvo ayer en la gala. Pero de una forma diferente. ¿Quién es el notario de los Goya pero y por qué hace esa cosa tan complicada y que puede crear errores tan grandes como los de ayer? Vaya cagada. Adriana Ugarte cometió el fallo y dio la cara, pero evidentemente no es culpa suya. ¿A quién se le ocurre sacar sobres con distintos nombres a la misma categoría?
Justificación de la academia: Por si acaso el ganador no está presente en la gala, se hacen tarjetas de los ausentes con el nombre de quién saldría a recogerla. En la categoría de mejor canción, el autor de la de 'Els nens salvatges' no estaba, por lo que en un sobre ponía quién lo recogería en caso de resultar ganador. Y sí, ése fue el que se abrió. Pero no era el del ganador. La justificación tiene sentido, pero lo que no lo tiene es que se haga eso de dos sobres. Que se ponga quién lo recoge en la tarjeta del ganador y dejaos de segundos sobres, porque lo único que hicieron ayer era crear una grandísima ilusión y mayor decepción a un grupo de personas en 5 segundos.
Con el premio a Candela Peña, a la Mejor Actriz de Reparto también se vio el mismo lío, ya que mientras agradecía el premio, jugaba con la tarjeta en la que pone "Actriz de Reparto: Chus Lampreave. Recoge Fernando Trueba". Otra cagada. Si esto se hace, no debe hacerse visible.
Ellos y ellas: intérpretes
Concha Velasco y José Sacristán ya tienen su primer Goya. Ya era hora. Concha fue la reina de la fiesta, contando una anécdota (un poco larga) de su primera nominación y se le notaba entusiasmada recogiendo el premio de manos de su sobrina Manuela, quien sí que tiene un Goya (por 'Rec'). Sacristán recogió el premio con su primera nominación a lo largo de su carrera. Al subir al escenario se hizo una gran ovación que parecía que estuviese recibiendo también el Goya de Honor. Pero ése era para Concha.
Maribel Verdú siempre ilumina las galas. Esté o no esté nominada, pero su sonrisa es espectacular. Una de las mejores actrices del mundo merecía ese Goya a la Mejor Actriz. Ella, junto a los dos ganadores del premio de Reparto, fueron los más reivindicativos (ah, y Bardem). Julián Villagrán y Candela Peña estuvieron espléndidos, aunque ella casi se olvidó de agradecer el premio por hacer la crítica necesaria, concisa y emotiva.
Y ahora hablemos de los revelación. Macarena era la mejor y estaba cantado que iba a caer en sus manos. Eso sí: ¿quién más aparte de mí se quedó con las ganas de ver a Carmina saliendo al escenario? Ay Carmina, qué sueño te dio el inicio de la gala... Respecto a los chicos, yo pensaba que el Goya iba a ser para Àlex Monner, un actorazo que está triunfando. Aunque creo que el que más se lo merecía era Tom Holland, que está brillante y es el auténtico protagonista de 'Lo imposible'.
Otras personas destacables
Qué emocionado estaba el hombre de rojo que salió al escenario cuando ganó la cubana 'Juan de los muertos', ¿no? Mola ver a gente tan ilusionada, aunque parecía que le iba a dar algo.
Antonio Resines haciendo piruetas en el escenario (o su doble), queriendo impresionar y olvidar el error del rap del año pasado. Gran momento. Lo podría haber repetido. Su cagada fue enorme (como la de los sobres de este año, aunque el año pasado nos reímos mucho. Éste, nada).
Ernesto Sevilla hizo un espectáculo con el resto de chanantes, Fernando Tejero y
Blanca Suárez. No estuvo mal. Algo largo y con falta de humor, o al menos que las gracias fuesen creciendo, ya que el mejor momento apareció al principio y es cuando Carlos Areces propuso tres categorías nuevas: mejor desnudo gratuito,
mejor comedia no pretendida y actor joven al que se le entienda hablando. Genial.
Igual de genial que Alex O’Dogherty con todo lo que tenía que decir, en 60 segundos.