¿Por dónde van a ir los tiros de 'Weeds'?
Crítica 'Weeds', comienzo de la 8ª temporada
Aunque los finales de cada temporada de
‘Weeds’ siempre nos dejan con los ojos como platos, los comienzos siempre nos
indican por dónde van a ir los tiros de ese año en la familia Botwin. En
cambio, en esta octava tanda (y última de la serie), hemos podido ver dos
capítulos y todavía no sabemos en qué se va a centrar la temporada. Tenemos
unas pistas, pero no creo que se base todo en ello.
La séptima se acabó con un supuesto disparo
a Nancy, ya que es tiro se escuchaba cuando la imagen ya se había ido a negro.
Ese iba a ser el final de la serie, que a mí no me convencía, y por suerte se
nos anunció que habría una octava. El 1 de julio se estrenaba ésta en EEUU con
una imagen de nuestra protagonista con toda la cara sangrando. Éste es el
espíritu de ‘Weeds’, el de meter humor en los momentos más dramáticos, porque
mientras ella se incorpora del disparo con su reflexión sobre los zapatos, y el
trayecto en la ambulancia con su disertación de los dedos de pianista, es
imposible aguantarse la risa.
Pues eso, sabemos que alguien quiere matar
a Nancy, y agradezco a los creadores que en el mismo primer capítulo de la
temporada ya nos hayan dicho quién es, porque no mola que el final de la serie se
centrase en este misterio. Además, en el tercer capítulo parece que Shane ya ha
descubierto que se trata de Tim, el hijo de Peter (segundo marido de Nancy que
era policía del departamento antidrogas). Es de suponer que se trata de una
venganza, ya que el chaval perdió a su padre por culpa de los chanchullos de
ella.
Han recuperado a un personaje de la época
que ya casi no recordábamos, porque era más evidente que si alguien quisiera
matarle, se tratase de alguno de los que conocimos durante la cuarta y quinta
temporada en las que Nancy estaba muy metida en la mafia mejicana de la mano de
Esteban, por lo que alguien de su pandilla como el bipolar Guillermo podría
haberle querido matar.
¿Entonces por dónde irán los tiros? ¿Va a
ser una transformación de Nancy convirtiéndose en una buena persona que se
preocupa por los demás (más allá de los miembros de su familia)? ¿Será esta
bondad del personaje algún efecto secundario de la medicación que le hayan dado
en el hospital? ¿Estarán de acuerdo sus familiares en seguir jugándosela con la
marihuana cuando ya no están sacando dinero por ello? Iremos viéndolo poco a
poco en los últimos diez capítulos que nos quedan de esta serie que tantas
emociones nos han provocado.
Mucha gente dice que el final de la serie llega
varias temporadas tarde. Sí que es cierto que ha cambiado de rumbo en varias
ocasiones, pero eso es ‘Weeds’, y a quien no le guste estos cambios, no le
gusta la serie. La tres primeras temporadas era su vida alegre pero con miles
de problemas en Agrestic, la cuarta y quinta, toda la relación con la mafia, y
a partir de ahí, cada temporada sí que ha sido diferente: la sexta fue el viaje
en caravana (una de mis favoritas), la séptima fue la vida en Nueva York y los
regresos a la cárcel, y la octava… eso quisiera saber yo.
Tienen una temporada para darle un cierre a
esta maravillosa serie en la que realmente puede ocurrir de todo y los
espectadores de ‘Weeds’ ya estamos acostumbrados a sorprendernos continuamente
(¿es que alguien se esperaba cualquiera de los finales de temporada?). Tenemos
dudas, que ya serán los guionistas los que decidan si resolvérnoslas o no.
¿Volveremos a ver a Esteban –si sigue vivo- y a Celia? ¿Sabrá el hijo pequeño
de Nancy que realmente es ella su madre? Y la más importante: ¿Tendrá un final
feliz la serie? Sinceramente creo que la repuesta a todas las preguntas son que
no. ¿Por qué? Porque si la séptima ya se planteó como la última y decidieron no
contarnos estas cosas y dejándonos un cierre abierto-trágico, ¿por qué no lo
iban a hacer ahora que sí que va a serie el final definitivo de ‘Weeds’?
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