'Marco' ya no tiene un mono
El cambio que más me sorprendió es que han cambiado el mono Amedio por el hermano Lucas. Claro, así tiene con quién hablar. Me encanta la complicidad que hay entre los dos, entre Lucas y Marco, sobre todo en momentos como los de las cartas, cuando el mayor engaña al pequeño porque éste no sabe leer. Antes de empezar a hablar de ‘Marco’, la miniserie de tres episodios que estrenó anoche Antena 3, diré que no he visto nada de la original de dibujos animados, pero sí que hay cositas como lo del mono que lo sabe todo el mundo. El primer episodio ha estado bien comenzando con una escena muy emotiva en la que Marco es consciente en que su familia es pobre y que su madre no tiene apenas ni para comer, lo de las croquetas.
Pero es que todo el comienzo me descolocó un poco. Cuando les cuenta el cuento para que se duerman, me sobró la representación en la que aparecían en la época medieval. ¿Era necesario? ¿Se ha hecho para demostrar que es una producción con pasta? Aun así, es cierto que ayuda a cogerle más cariño a la historia, aunque se podría haber evitado y no ocurriría nada. Yo esperaba a que la madre huyese porque sería en ese momento cuando comenzaría la historia y sería cuando comienza realmente la historia. Y de repente, de un plumazo, los niños ya estaban en Benidorm, donde supuestamente iba a estar la madre. Y ahí es cuando comienza la aventura, para encontrar a su buena mamá.
Marco es Sergi Méndez, un actorazo a tener en cuenta, y Lucas lo interpreta los gemelos Raúl y Juan del Pozo (los hijos de Laura en ‘Los misterios de Laura’). Marco es un niño muy adulto, que se cabrea con su madre por lo que sea, pero siempre acaba comprendiéndola, eso es lo que le lleva a emprender la búsqueda y se comporta como un padre haciéndose cargo de su hermano Lucas. Yo creo que todos nos sentimos identificados cuando Marco le dice: “Si te pregunta el conductor, tú di que tienes cuatro años”. Todos lo hemos vivido, o bien siendo el que tiene que decirlo, o habiéndoselo pedido a alguien más pequeño. Y cuando el espectador empatizar con lo que ve, consigue adentrarse en la historia disfrutando más lo que ve.
Una escena en feria en la que vemos a Julián Villagrán, algo inconexa hasta que vemos que luego es quien les lleva a los viñedos. Da gusto ver a Julián en una miniserie con tantos secundarios de lujo como Ariadna Gil, Mercedes Sampietro, Álvaro de Luna y Ernesto Alterio. Éste último, en el papel del asistente social que se quiere llevar a los niños, pero finalmente, y cuando nadie pensábamos que lo iba a hacer, Marco salta del tren para no ser detenido y poder continuar buscando a su madre.
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