El figurón de 'El lindo don Diego'
Crítica de la obra de teatro 'El lindo don Diego'
El teatro clásico parece que no es para el público general, pero esta obra es diferente. El teatro clásico suele asociarse con un ritmo lento, pero esta función es distinta. El teatro en verso exige un handicap de atención entre los espectadores, pero en 'El lindo don Diego' no es así. Dicho esto, decir que todos los que podrían tener prejuicios hacia los clásicos, esta obra es la perfecta para romper esa barrera y divertir a todo mundo, tanto a los que les gusta este género como a los que están acostumbrados a algo más comercial.
Este tipo de obra adquiere el nombre de figurón, lo que quiere decir que tiene un protagonista muy marcado por su personalidad. No obstante, en esta versión dirigida por Carles Alfaro, nos encontramos con algo mucho más coral donde todos los personajes tienen un peso similar. Conozcamos a todos sabiendo un poco de la historia. Leonor e Inés (que está con don Juan) son dos hermanas a las que su padre Don Tello quiere casarles con con dos primos suyos. Éstos son don Diego y don Mendo. Dos criados, Mosquito y Beatriz crean un plan en el que ella se va a hacer pasar por una condesa enamorada de don Diego para que éste no se case con doña Inés. Todo esto da comienzo a un sinfín de enredos y malentendidos que hacen que la historia te atrape hasta el final.
¿Cómo es este don Diego? Es la persona más creída y presumida del mundo que cree que todas están enamoradas de él y que siempre le miran con deseo. Por esa razón pasa casi todo el día arreglándose para sentirse perfecto. Aun así, paradójicamente, parece que no tiene ninguna vergüenza ni pudor llegando a resultar un personaje patético. Resulta muy divertido visto desde la butaca, pero sería insoportable tenerlo como amigo. Edu Soto es el encargado de dar vida a don Diego con una interpretación espectacular que le viene de maravilla para desencasillarse del Neng de Buenafuente. Junto a él, brillantes actores como Rebeca Valls, Natalia Hernández, Carlos Chamarro y Vicenta N'Dongo entre unos cuantos más.
Algunos temas más. El escenario es muy sencillo: todo muy oscuro y simple, con unas pasarelas junto a la primera fila de butacas y un gran espejo al fondo que refleja a todos los personajes y a través del cual se ve en ocasiones lo que pasa detrás. De este modo el vestuario es lo que le da el toque de color al conjunto, ya que en su mayoría son muy coloridos (en especial los de doña Inés). La historia, los diálogos y las interpretaciones son el peso fuerte de un espectáculo en el que la música que suena se toca en directo y el verso en el que se habla se entiende a la perfección.
'El lindo don Diego' ha terminado su andadura en el Teatro Clásico, pero con la gran acogida que ha tenido con público de todas las edades y las críticas y comentarios tan favorables que está logrando, no va a ser de extrañar volver a ver a este equipo sobre las tablas muy pronto.
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