22 julio 2009

El chico sin final

Ya hace algún tiempo que 'La chica de ayer' terminó, pero yo me había quedado con las ganas de decir lo que pienso sobre su final. Una mierda. ¡Vaya decepción! La serie me gustó mucho, pero se supone que, como dijo el adaptador de la serie Jospe Císter en una conferencia en el CEU, se trataba de mantener la intriga para finalmente saber qué pasaba con Samuel Santos: estaba loco, había hecho realmente un viaje al pasado, o había quedado en coma. Pues nada. Han preferido hacer un final bonito, en el que él decide quedarse con la chica que volver al 2009 sin resolver qué estaba haciendo realmente en 1977. Bueno, de todas formas, si hay que elegir uno de esos 3 finales expuestos, el que más se acerca es el de que ha hecho un viaje al pasado, pero nada queda claro. Por lo menos, el tema de los padres de él sí que ha quedado resuelto.

A continuaciónm dejo el texto que escribí para El Rotativo de cuando Josep Císter vino a mi facultad:
“La chica de ayer tiene los tres ingredientes fundamentales del entretenimiento”

Josep Císter acudió al CEU para hablar de la adaptación española de Life on Mars

Con una trama que puede recordar a Regreso al futuro, en mayo llegó a las televisiones españolas la serie La chica de ayer siendo una adaptación de la británica Life on Mars. Para hablar de todo el proceso que conlleva la preparación de este proyecto acudió al aula Magna de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas Josep Císter, ex-alumno del CEU y actual jefe de ficción de Ida y Vuelta que es la productora de la ficción. La serie trata de Samuel, un policía que tiene un accidente en 2009 y aparece en 1977 debiéndose adaptarse a esa época. “La incógnita principal es saber si es que está loco, si ha viajado en el tiempo, o si se ha quedado en coma”, expone Císter. El primer problema que se tuvo para la adaptación era el año en que iba a aparecer el protagonista, porque en la versión británica fue en 1973, pero aquí no querían que fuese en la dictadura franquista y se prefirió adaptar a 1977 cuando no existía el divorcio y la mujer se empezaba a adaptar al trabajo. Aunque es una serie policíaca, Císter añade que “tiene los tres ingredientes fundamentales para el entretenimiento: humor, sentimientos y emoción”. Debido a la compleja trama podía parecer una serie para intelectuales, por lo que Antena 3 pidió que fuera dirigido al mayor número de espectadores posible y que en vez de durar 55 minutos cada capítulo, fuese de 75. Los adaptadores de la serie veían imposible esto que pedían, y hacían entender a la cadena que esos 20 minutos de más iban a estropear la serie (y así ha sido, ya que el 14 de junio finalizó la temporada y no ha renovado). Durante la conferencia no faltó tiempo para las anécdotas, ya que Josep Císter contó muchas de éstas, como que del primer capítulo se llegaron a hacer 17 versiones del guión en busca del humor; o que cada capítulo debe pasar el visto bueno de Antena 3 y de la BBC, que es la creadora de la serie original; o que en el capítulo piloto cuando Samuel sale volando en el accidente, el especialista se rompió la pierna y fue la toma que finalmente todos vimos en televisión.

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