15 julio 2014

El éxito de 'Chiringuito de Pepe'



Admito que al conocer que la nueva serie de Telecinco se iba a llamar ‘Chiringuito de Pepe’, tuve algo de prejuicios a la hora de empezar a verla. Con ese nombre se relaciona a fritanga, a suciedad, a cartas de menú pegadas que hay que estirar para ver los platos combinados…, en definitiva, algo que crees que sólo por verlo ya te vas a ensuciar. Pero el reparto de actores que tenía la serie me hizo darle una oportunidad y ver el primer capítulo llevándome una grata sorpresa. Me gustó y mucho. 
Aprovechando el tirón culinario que está teniendo la televisión, esta serie ha llegado en el momento perfecto, ya que entre ‘Top Chef’, ‘Pesadilla en la cocina’, ‘Masterchef’ y programas como el de Arguiñano, nos han dejado claro que a los espectadores nos gusta el mundo de la cocina. Mucha gente ha catalogado ‘Chiringuito de Pepe’ como una mezcla entre ‘Los Serrano’ y ‘Verano azul’, pero yo no veo ninguna similitud con estas dos series más que en la primera estaba Bonilla y en la segunda era el mar el protagonista. En cambio, yo la veo como una mezcla de Chicote y ‘Doctor Mateo’ (un pijo que llega a un pueblo y tiene que adaptarse; en vez de una taberna hay un chiringuito; en vez de la panadera, una pastelera; y en vez de una verdulera con un novio más joven y negro, una pescadera con un novio más joven y negro). Pero claro, llamar a la serie ‘Chef Sergi’ era raro fonéticamente y ‘Pesadilla en el chiringuito’ era redundante. 
La sorpresa y el éxito de ‘Chiringuito de Pepe’ llegó porque no nos la vendieron como una serie ambiciosa y no prometían nada que no nos iban a dar. Creo que incluso era lo contrario y eso es lo que nos ha gustado a todo el público: que es una serie con mayor calidad de lo que nos presentaban. Son tramas consistentes (aunque no siempre innovadoras, pero no decepcionan), tiene una cantidad de exteriores envidiables para otras series, y nos presentan una Peñíscola que se agradece ver ambientes diferentes al que se ve en otras series –grabadas en su mayoría en Madrid-. Y mola que además de ‘El País’ y ‘Estrella Damm’ que nos la meten en cada capítulo, también nos estén dando publicidad de este maravilloso pueblo de Castellón. 
Como comentaba antes, los actores son todos maravillosos. Una serie capitaneada por Santi Millán es un sello de garantía. Begoña Maestre da luz a cada proyecto que hace con su magistrales interpretaciones y su belleza. Blanca Portillo, con su prestigio, da caché a la serie, y se agradece volver a verla en una serie de comedia. Jesús Bonilla, que aunque lo tenía atragantado por ser Santiago Serrano, me ha gustado esta vez con un personaje tan divertido. El Langui ha sido la sorpresa, y lo que poca gente recuerda es que es el único del reparto que tiene un Goya como intérprete. Adrián Rodríguez abandona los personajes de adolescente para empezar a ser adulto. Dafne Fernández ha sido otra sorpresa para mí, ya que no nos tiene acostumbrados al humor y creo que ahora está en su salsa y en su mejor registro. Y finalmente los niños, y de los cuales me quedo con la chica que la adoptaba desde ya.

En definitiva es una serie perfecta para la época estival. No se podría haber emitido en otro momento o al menos el arranque de los primeros capítulos. Posiblemente esta serie en invierno compitiendo contra ‘Sin identidad’, por ejemplo, no habría tenido el mismo éxito que ha cosechado. Ha renovado por más capítulos, pero la pena es que no estén ya listos para emitirlos y vayan a hacer un parón, porque ahora es cuando está en un momento inmejorable. El tiempo acompaña, la gente quiere ver playa, está teniendo una media de 4 millones de espectadores cada semana y en definitiva, creo que no es el mejor momento de pararla. No podemos hacer nada más que esperar a que vuelva, que ya estamos todos con ganas de más capítulos de esta serie que ofrece entretenimiento, una palabra que cada vez cuesta más encontrar en la ficción.

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