¿Qué diferencias va a encontrarse el espectador con respecto a la película Ser o no ser?
Están las diferencias habituales de una adaptación. El cine tiene unas opciones ilimitadas, puedes crear muchos más escenarios y localidades, mientras que el teatro está más condicionado de espacios. De todas formas hay que contar la historia con la mayor fidelidad posible y nunca perder el ritmo. La gente que haya visto la película, la va a reconocer, ya que el núcleo narrativo es el mismo en la función. Todo lo que se cuenta está muy ligado a la película.
¿Cómo puede hacerse comedia de un tema tan serio como es la II Guerra Mundial?
Precisamente ese es el éxito de la película, aunque cuando se estrenó no lo tuvo. Lo que ocurre es que con el paso del tiempo cogió el sabor a leyenda. Fue algo tan crudo… aunque también hay que tener en cuenta que el film es americano y ellos veían la guerra de una forma diferente, desde lejos, porque ellos no estaban aquí viviendo la situación real. Volviendo a lo de antes, se puede hacer comedia de todo. La historia de Ser o no ser es una situación dramática con alta comedia.
¿Cómo llega el papel a sus manos y qué es lo que le impulsa a realizar la obra de teatro?
La película yo la conocía de mi época de adolescente, cuando la vi en versión original subtitulada como 5 o 6 veces en el cine. Yo iba a ver todas las películas y obras de teatro con mis amigos, lo que ocurre es que como esta estuvo durante años, cuando ya habíamos visto toda la cartelera volvíamos a verla. Nos gustaba mucho. Luego se ha emitido en televisión, en video, en DVD, y doblada al castellano, entonces la he vuelto a ver en muchas ocasiones a lo largo de mi vida. Es una historia que nunca pensé que se podría hacer en teatro por lo que cuando me dijeron el título se me abrieron los ojos. Tenía mucha curiosidad por ver cómo habían hecho la obra. Ahora empieza una temporada en la que me apetecía descansar y de primeras no pensaba hacer teatro porque llevo 3 funciones seguidas, pero representar esta en concreto es un privilegio para un actor. Fue una ilusión más que la idea de hacer teatro porque este proyecto tiene mucha fuerza.
Muchas críticas de la función destacan las excelentes interpretaciones acentuando la de usted. ¿Qué opina del equipo artístico formado para esta función?
Ese fue otro aliciente. Tenemos unas relaciones estupendas y eso anima mucho a la hora de trabajar, es estupendo. En un principio uno actúa de la mejor manera que puede, y luego la crítica y la repercusión que pueda crearse no se plantea como una prioridad. El error es cuando alguien quiere pasarse y queda peor. Pero sí que es cierto que a la gente le gusta, y eso se comprueba cada día.
¿Es muy duro compaginar las funciones con las grabaciones de la serie La que se avecina?
Físicamente es muy cansado. La serie la grabamos todos los días librando los fines de semana, y en el teatro se descansa lunes y martes, que son los días los que más escenas tengo que grabar de la serie para luego poder faltar algún día. Pero afortunadamente es trabajo y la función no la podía rechazar por lo que decidí compaginar ambas cosas. A nivel físico se lleva mal pero en los dos trabajos me siento muy a gusto.
Casi todo el mundo sigue recordándole como Juan Cuesta, su personaje en Aquí no hay quien viva, ¿sigue pensando que es el papel más importante de su carrera como afirmó mientras le daba vida?
Con ese personaje salté del anonimato a la fama, porque yo venía del mundo del doblaje que muy desconocido. Sí que es cierto que estoy muy orgulloso de haber interpretado ese personaje al que la gente le tenía tanto cariño, aunque también hay que decir que ahora he ido haciendo más cosas, aunque siempre de estilos diferentes.
La serie terminó pero ahora continúa interpretando en La que se avecina un papel muy similar.
Tienen unas características muy parecidas. La serie necesitaba un personaje así y yo encantado. Al principio iba a ser más diferente el personaje de Enrique respecto al de Juan, pero queríamos que siguiese un poco vinculada a Aquí… que es una serie que pudo haber llegado mucho más lejos. De todas formas, porque sea un personaje similar a otro que ya había interpretado, no lo podía rechazar.
¿Cómo va a irle a Enrique, su personaje, en esta nueva temporada?
Viene tocado de un secuestro del que ha estado varios meses, pero con los problemas de siempre: está sin pareja que es algo que a él le obsesiona y encima ahora con un hijo gótico. De todas formas seguirá siendo entre comillas el presidente de la comunidad porque es él quien siempre tiene que tapar los agujeros del presidente de verdad. En cada capítulo los guionistas consiguen sorprendernos.
No es un rostro muy conocido en cine. ¿No le atrae este medio?
Es el que menos me atrae, pero también es el que menos se me ha puesto en mano. En el cine he hecho colaboraciones, pero al recibir pocas propuestas (buenas y malas) hay menos proyectos entre los que elegir. Lo que ocurre es que además de haber pocos proyectos, siempre acaban haciéndolos los mismos. El cine es el medio que menos me gusta hacer porque como estoy más acostumbrado a trabajar en tele y teatro me da sensación de intranquilidad, mientras que en los otros dos estoy más relajado porque ya sé cómo van las cosas.
Pero en cambio sí que se le oye mucho porque la gente, sin saberlo, cuando ve a Hugh Grant, Adam Sandler o Tom Hanks en realidad le están escuchando a usted. ¿Qué supone el doblaje en su carrera?
Es un sector en el que cada vez trabajo menos. El doblaje es un trabajo que requiere mucho tiempo por lo que lo he ido dejando de lado. Siguen llegando proyectos, pero con la serie y la función es imposible, a no ser que sean trabajos puntuales. Por ejemplo en 2009 solamente he puesto voz en Monstruos contra alienígenas y esta primavera doblaré a Buzz Lightyear en Toy Story 3.
Usted promocionó “Melasuda” y “Queosden” en el programa Saturday Night Live, el cual mezcla la televisión con el teatro. ¿Cómo se sintió?
Fue una experiencia absolutamente estupenda. Me gusta mucho colaborar en todo tipo de proyectos y esto fue una intervención muy pequeña. No sé si era un scketch original o de la versión americana pero quisieron que lo hiciese yo y a mi me encantó la idea. Me atraía el hecho de que fuera en directo, pero también que fuese ligado al humor donde yo me he manejo bien. Además ese video ya ha tenido 60.000 reproducciones en Youtube.
26 enero 2010
Entrevista a José Luis Gil
"La historia de Ser o no ser es una situación dramática con alta comedia"
Ser o no ser llega a los escenarios españoles, comenzando la gira en Valencia, con una adaptación fiel de la película homónima de Ernst Lubitsch (1942). José Luis Gil, actor que se dio a conocer con el papel de Juan Cuesta en Aquí no hay quien viva, encabeza el equipo artístico de esta función repleta de rostros populares. El intérprete que se ha dedicado gran parte de su vida al mundo del doblaje está encantado de poder formar parte de esta función donde el éxito está en hacer comedia en el ambiente de la II Guerra Mundial.
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3 comentarios:
Enhorabuena por la entrevista!!
Gracias guapa! A ver si cuelgas en mi blog tu entrevista a Fátima Baeza. Sería un placer.
qué grande es este hombre... nos encanta su papel de enrique pastor, concejal de juventud y tiempo libre, y cuando intenta hacerse "colega" de su hijo, pobreee! todo le sale mal!!!
un beso!
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