
He
notado muchos cambios en lo que llevamos de segunda temporada de ‘Frágiles’ con
respecto a lo que fue la primera. La mayoría, desde mi punto de vista, han ido
un poco para peor y todas han surgido desde un mismo foco. Una de las cosas que
tenía de diferente la serie era que rompía los estándares y que duraba 20
minutos más que cualquier ficción española. Ésta sería de 50 minutos. Pero
¡oh!, ‘Frágiles’ funcionó y había que aprovechar la ocasión de rellenar más
minutos y alguien muy inteligente pensó: “Si la gente disfruta viendo un
episodio, si le metemos veinte minutitos más, perfecto para todos”. Pues no.
Que
ahora dure más, ha llevado a la serie a crear unos cambios que han hecho que la
serie pueda parecer otra. Se han tenido que incorporar nuevos personajes para
tener nuevas tramas horizontales (y que no en todas tenga que aparecer el
personaje de Pablo) y todo eso deja en un segundo plano los casos médicos.
Antes veíamos cómo el protagonista atendía a Teresa por un lado, a Lola por
otro y a un episódico por otro. Era lo importante y de su vida privada y
sentimental íbamos viendo poquito en cada capítulo. Ahora lo que ocurre es que
Teresa y Lola ya no son pacientes, ahora son como amigas de él que necesitan un
universo propio más amplio, por lo que sólo hay un caso camuflado entre muchos
temas personales de personajes que han ganado protagonismo. Por ejemplo Teresa
ha necesitado la incorporación del personaje de Ginés García Millán, y Lola ha
necesitado la de César Camino. Grandes actores los dos. Los cuatro.
El
personaje de Ginés no se entiende. ¿Quién es y qué está haciendo con Teresa?
¿Por qué si es su novia, reta a su mejor amigo a que le bese? ¿Y por qué Teresa
acepta? Igual no son realmente novios y han hecho el paripé para conseguir que
Pablo vuelva con ella, pero tampoco sería lógico porque la pareja está teniendo
conversaciones en privado que se dicen cosas que no se dirían si no fuese un
chanchullo. Imagino que poco a poco se irá viendo con el paso de los flashbacks
que nos van poniendo en pequeñas dosis de las que se podría una dosis algo
mayor. Estos flashbacks, y situaciones y conversaciones bastantes forzadas,
también ayudan a llegar a los 70 minutos.
Pablo
es fisioterapeuta, pero también psicólogo, investigador y casi podríamos decir
que cura. Pero eso no es algo nuevo, sino que ya lo vimos en la tanda anterior
de capítulos. También vimos que muchas chicas le rondaban, y vale que Santi
Millán tiene su rollito, pero… ¿cuatro? Tiene a su exmujer (que no sé por qué
ella tiene tan buen rollo con él y parece tan tontita después de todo), tiene a
su excuñada (un personaje al que le falta algo, creo yo), Teresa (con quien
todos queremos que acabe), y ahora ha aparecido otra en discordia: la chica del
tatuaje que ya veremos si pasa algo con ella.

En
temas de producción la serie se ha visto afectada en otro ámbito: en el de las
localizaciones. ‘Frágiles’ se graba en escenarios naturales, por lo que las
casas son reales. Se ve que en la primera temporada alquilaron ese chaletazo y
ahora habrán negociado para la segunda y les habrán pedido una millonada. ¿Qué
hacemos? Pues otro chalet y con la excusa incorporamos al nuevo personaje (el
de García Millán). Tiene sentido y lo han jugado bien, pero es otro factor para
que dé la sensación de que es otra serie, porque ya no tiene el mismo despacho,
ni la misma sala para tratar a los pacientes.
La
serie sigue gustándome pese a los cambios, y lo bueno que tiene es que han
mantenido al elenco inicial que es brillante -con secundarios como Luisa Martín
que siempre da categoría a un proyecto-, sigue teniendo unos cameos de lujo
(aunque a algunos les flojee eso de la interpretación), y continua habiendo en
cada capítulo una voz en off que tanto nos gusta a los espectadores y que la
gente llena sus twitters y facebooks con las frases narradas por Pablo. No se
sabe si renovará por una tercera temporada porque los datos de la actual no
están siendo muy buenos y Santi Millán ha fichado por otra serie. A mí me
gustaría que renovase, porque es fresca y entretenida. Lo único que pido es que
no cambie tanto si renueva, y si lo hace sea para asemejarse a la primera.