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08 junio 2014

El final de 'Aída'


Da lástima cuando una serie que ha marcado un hito en la televisión y ha cosechado tantos espectadores fieles a lo largo de los casi 10 años llega a su final. Todo lo que nace, muere, pero… ¿qué haremos ahora los domingos por la noche? Cuando empecé a seguir series (seguir de ver todos los capítulos, no de pillar alguno cuando me acordaba), puede que fuese ‘7 vidas’ allá por el 1999, después nació ‘Aída’, convivieron durante año y medio y quedó vía libre para la segunda. Con esto quiero decir que han sido muuuchos años con un hábito que ahora nos cortan. Sin hacernos un spin off de Sorayita ni nada. 
Madre mía lo que ha cambiado desde el 2005 hasta ahora ‘Aída’. Los capítulos han pasado de durar 45 a 65 minutos y en capítulos especiales como este último, 85 minutos. Y eso para una sitcom es una barbaridad. Pero la serie podía con lo que le echasen (hasta con la incorporación de Dani Martínez). También ha cambiado la estructura de capítulos, ahora mucho más enrevesados y con más tramas para completar toda la duración sin que deje de ser interesante. De personajes han llegado muchos, que se han ganado su hueco en la serie, como Machu, la Macu o el Barajas. Luego hemos visto cómo los más pequeños han crecido, cómo Mauricio cambió su look “acortándose” el bigote, cómo Paz pasaba de una profesión a otra cuando se agotaban los chistes de ella. Todos han cambiado, excepto Eugenia, que sigue igual en todos los sentidos.  
Yo creo que la serie ha tenido un final perfecto para que guste a todo el mundo: bonito pero no pastelón, cosa que con dos bodas de por medio era difícil. Soraya y Chema, la pareja que más ha durado estable y sin tambaleos de todas las series, se casa como tenía que ser. Paz, que si ha aguantado el personaje durante tanto tiempo era porque había de acabar con Luisma, ha conseguido también su deseo y ambos se convierten en los protagonistas de una segunda boda (ésta, completamente improvisada para ellos). Aídita parece que vaya a revivir todo lo que ha vivido su madre, ya que se queda embarazada a la misma edad que lo hizo Soraya. Machu y la Macu tienen un final feliz, yéndose juntos a la otra parte del mundo para volver a las raíces de él (no se sabe qué pasa con Luisito), aunque la mayor sorpresa y el mejor final la da Mauricio, quien cierra el Bar Reinols para irse a vivir con ellos. El famoso bar cerrando, eso sí que es una tragedia. Supuestamente, montarán un bar donde Machu será el dueño y Mauricio Colmenero de tabernero a camarero (ya que tanto le gustan las rimas con su apellido).  
Con estos finales (quitando el de Aídita) dejan claro quiénes han sido los verdaderos protagonistas de la serie, puesto que hay muchos otros que siempre han estado al servicio de las tramas de otros y en el final no ha sido de otra forma. El Barajas, Jonathan, Fidel, Eugenia y Simón no tienen un gran final, pero es que tampoco nos importa mucho, ya que los importantes, el meollo de la serie, los personajes que nos han hecho seguir ‘Aída’ durante tanto tiempo han sido los otros. Aunque sin alguno de los últimos, la serie no habría sido la misma.  
Realmente ha sido un lujo volver a ver a Aída, a la Lore y a Tony para despedirnos de todos, en compañía de todos. Igual se les podría haber visto en una trama completa a lo largo del capítulo, pero con una secuencia que sabe a poco, al menos hacen que nos quedemos con el buen sabor de boca. Si Carmen Machi no se hubiese marchado y el último capítulo fuese la boda de Aída con quien sea, habría sido increíble ver esta noche a Gonzalo, Carlota, Sergio, Frutero, Diana, Sole y compañía apoyando a su amiga, pero es cierto que a estas alturas de la película –digo, serie-, ya no tocaba, y con la aparición del personaje que da nombre a la secuela de ‘7 vidas’, ya es más que suficiente.  
Posiblemente ‘Aída’ sea una de las series de las que más hemos hablado en este blog y ésta es posiblemente la última que dedicaremos a la serie. Una pena, pero sinceramente ya tocaba. Siempre nos quedará FDF para volverlos a ver miles y miles de veces. Creo que voy a echar más de menos a personajes en concreto que a la serie en sí, ya que últimamente todos veíamos la serie por el hecho de ser fans, porque un bajoncillo sí que había pegado en cuanto a tramas. No volveremos a ver chistes nuevos del Luisma, pero después de 237 capítulos, tampoco nos podemos quejar. Hemos disfrutado mucho de ‘Aída’.

22 enero 2014

Mirando la tele de... Eduardo Casanova



Eduardo Casanova lleva más de nueve años triunfando los domingos en su personaje de Fidel en la comedia española más larga. Lleva desde que comenzó en el 2005 y la serie se acabará este año, en 2014. Aun así, éste no ha sido el único proyecto televisivo en el que ha participado Eduardo, sino que en el 2010 le vimos en la TVmovie 'La última guardia', en la que se veía cómo eran entonces los personajes de 'Farmacia de guardia'. Hoy, este actor nos responde el cuestionario.  

Mi primer recuerdo de la tele es… 'Art Attack' y 'Pokémon'.

Cuando enciendo la tele busco… 'Telecinco'.

Hago zapping cuando… No hago zapping. Veo poca tele, y cuando quiero ver algo le doy directamente al canal que quiero ver. 
Veo la tele cuando… a todas horas. ¿Te has dado cuenta de que me he contradicho? Porque veo sólo las cosas que me interesan. No me siento a ver la televisión, me interesa mucho la televisión y por eso la veo a todas horas. Hoy ponen 'Aída', la pongo. Hoy ponen esto, lo pongo.

Suelo verla con… solo.

Admiro de la tele que… que es muy mediática y que con la televisión se pueden conseguir muchas cosas buenas.

Al día mi tele está encendida… pues poco tiempo; cuando quiero ver algo.

Estoy enganchado a… una serie americana que se llama 'American Horror Story'.

Me quedo bobo al ver… la última película de Heneke, 'Amour'. 
No soporto… es que no me gusta a mí hablar mal de las cosas... ¿Qué no soporto? Déjame que piense... no soporto poca cosa.

Me reí mucho viendo… 'Hotel Glam'.

Lloré viendo… 'Hay una cosa que te quiero decir'.

Me he quedado dormido viendo… me encantaría quedarme dormido viendo la televisión, pero sufro insomnio y me cuesta muchísimo dormirme.
Pensé que nunca vería… nada. 
La tele podría mejorar si… la tele va mejorando poco a poco. 
Me encantaría participar en… me gustaría haber participado en un programa que había hace tiempo en La 2 que se llamaba 'Carta blanca'.

Mi mejor recuerdo trabajando en televisión… los días de mesa italiana con mis compañeros de 'Aída'.

La primera vez que salí en la tele fue… en 'Aída', a los 12 años. 

 ¡También puedes verlo en vídeo! 

23 agosto 2013

Entrevista a Eduardo Casanova



Extrovertido, simpático, amante de los zombis y del cine de terror. Así es Eduardo Casanova, autor de cortos como ‘Ansiedad’, ‘Fumando espero’ y ‘Amor de madre’. Se considera muy amigo de Fidel, personaje que interpreta en ‘Aída’, aunque sabe que no es recíproco ya que el homosexual más divertido de la pequeña pantalla no sabe que tiene un doble llamado Eduardo. Este joven actor ha concedido una entrevista muy divertida a Esta Nuestra Televisión donde nos ha desvelado algunos secretillos de su vida profesional y personal. ¿Quieres conocerlo mejor?  
"El otro día estaba comiéndome un filete de pollo a las 12 de la noche y me di cuenta de que un reality sobre mi vida sería aburridísimo"

¿Qué es ‘Amor de madre’?  
‘Amor de madre’ es un cortometraje  donde prevalece la estética,  el melodrama y el terror.  
¿Siempre te han atraído las historias de zombis y de miedo?  
Mi cine favorito es el cine de género de terror. Me encantan los zombis, vampiros, momias, posesiones infernales… Yo adoro todo el cine de género, todo el cine de terror serie Z, cine de terror serie B, cine de terror mal hecho, y yo he intentado en ‘Amor de madre’ homenajear un poco a todo este cine que se hacía en los años 50 de ‘Hombre lobo adolescente’, ‘Me casé con un monstruo del espacio exterior’, ese cine que estaba mal hecho, cuando los zombis eran de color verde y la sangre era rosa chicle. Este cine es  un cine que no te puedes tomar en serio, porque no te da miedo, te da risa. Yo he querido mezclar este cine de género que valoro mucho con el melodrama y con el drama.  
¿De dónde surge la estética que utilizas en tus cortos?  
Yo siempre lo digo, para mí todo arte debe de tener una finalidad estética y siempre, en cualquier proyecto que yo haga, el 50% es estética. Creo que es absolutamente necesaria. No apoyo el naturalismo, estéticamente. En otras cosas sí que lo apoyo, claro. En mis cortometrajes siempre he defendido una estética exacerbada y exagerada y espero tener dinero para seguir haciéndolo. En el primer corto me dio por el morado, imagínate: “¡Necesito un sofá morado, una lámpara morada!”. Y me decían: “Eso no existe Eduardo”. Y yo les contestaba: “Yo quiero que exista, para mí es necesario!”.   
Ahora que ya sabemos de dónde viene la estética, cuéntanos de donde vienen las historias.  
Pues no tengo ni puta idea. (Carcajada). No sé de dónde surgirá. Yo creo que es el resultado de tener mucha imaginación y de ver mucho cine. Yo veo una película y me motivo muchísimo y quiero escribir algo parecido. Mi mente no descansa en ningún momento, de hecho ahora hasta septiembre tengo vacaciones y no pienso escribir absolutamente nada  porque yo voy a guión por semana, me acuesto en la cama y no puedo dormir y lo paso fatal porque no puedo dormir porque tengo un guión en la cabeza y no me sale y es horrible. Es la imaginación, así soy.  
Fotograma de 'Amor de madre'.
Tienes otro proyecto en mente de un largometraje. ¿Qué nos puedes contar?  
Sí, tengo otro proyecto que se llama ‘Lo extraño’, lo que pasa es que realmente es difícil sacar un largometraje a la luz. Es una mezcla entre ‘Cabeza borradora’ de David Lynch, ‘Freaks’ de Tod Browning y ‘La semilla del diablo’ de Roman Polanski. Tengo mucha ilusión, va a ser una película de bajo presupuesto -porque no queda otra-, y espero que pueda tener la misma estética exagerada y que no tenga que rodarlo en un bar o en una cafetería, que no me va a quedar otra.   
¿Es cierto que en un futuro…  
(Interrumpiendo) …me voy a hacer mujer? ¿Te imaginas?  
No iba a ser esa la pregunta pero si quieres responderla…  
Creo que de momento no, pero nunca se sabe.  
Retomamos la pregunta. ¿Es cierto que en un futuro no te ves interpretando?   
Mi real vocación es escribir y dirigir; es con lo que más feliz me siento y me encantaría poder dedicarme a esto y poder hacerlo toda mi vida porque me hace realmente feliz. Pero actuar me gusta mucho también y es lo más cercano que está a lo que a mí me gusta, mucho más que ser fontanero o ser periodista o médico. Actuar me interesa mucho y me gusta pero me llena más escribir y dirigir.  
¿Te ves al mismo tiempo dirigiendo un cortometraje y actuando en él?  
No. Sí me veo en un futuro escribiendo y dirigiendo y también actuando pero ahora a día de hoy, aunque nunca se puede saber, no me veo capacitado como para hacer las dos cosas en el mismo proyecto. No me veo como Woody Allen creo que no tengo tanta capacidad. Creo que no tengo tanto talento para eso, talento y paciencia porque el hecho de escribir algo es atender a muchas cosas, atender a cómo está la luz,  cómo quieres el plano, cómo quieres que esté la actriz, el texto, el sonido, el efecto especial, la ansiedad de rodar rápido para que dé tiempo a rodar lo siguiente y que no se te quede nada colgado... La ansiedad que se vive en los rodajes en la parte del director tiene mucho que ver con que no te dé tiempo a rodar una secuencia, un plano, que algo no haya quedado bien… Con tantas cosas yo no sé si podría  preocupare de actuar y hacerlo yo bien y encima no tener a otro que me dirija. Yo como actor necesito que me dirijan y no sé si sería capaz de dirigirme a mí mismo.  
Llevas desde los 12 años en Aída y queremos saber si todavía tenemos Fidel para rato
¡Hombre! Si de mí depende desde luego,  yo quiero seguir en ‘Aída’ todo el tiempo que dure por que es una serie maravillosa en la que me siento muy a gusto, muy contento tanto con el personaje como con mis compañeros. Además es una serie de la que estoy muy orgulloso de interpretar estos guiones que son realmente creativos.  
¿Cómo ha cambiado el Eduardo Casanova que empezó en ‘Aída’ al de ahora?  
He cambiado en todo, absolutamente en todo. Soy otra persona y dentro de un año seré otra completamente diferente. Soy un ser que está en constante evolución como todo el mundo y cambio de opinión, y me voy de un extremo a otro, y no mantengo mi opinión  más de un año porque me aburro y porque estoy vivo y cambio. En ‘Aída’ empecé de una forma y ahora soy completamente de otra y creo que eso es lo bonito en la vida y en el trabajo.  
La gente tiende a pensar que el actor es igual que el personaje… ¿Tienen algo que ver Eduardo y Fidel?   
Para empezar es que son dos personas, los dos tienen los ojos azules, el pelo rizado y  físicamente Fidel y Eduardo se parecen, a lo mejor no a la hora de vestir. Yo he aprendido muchas cosas de Fidel, la verdad. Es una persona digna para aprender de él. Sabe muchísimo de cine, de ciencia, de todo en la vida y a mí me gustaría tener una persona al lado que supiera tantas cosas porque se pueden aprender  muchas cosas de él. ¡Hablo de él como si fuese un amigo, parezco un tanto esquizoide! Creo que él no me conoce a mí todavía pero yo conozco mucho a Fidel y le tengo mucho cariño aunque no nos parezcamos en nada, somos grandes amigos y le quiero mucho.  
¿Qué nos depara la nueva temporada de ‘Aída’?  
Me dejan contar muy poca cosa ¿eh? Sé que empezamos con el capítulo 200, que es un capítulo impresionante; nunca visto en ‘Aída’. Está grabado de forma diferente, con exteriores como los cines Callao y palacios, tiene cameos y salen muchos actores conocidos… y no puedo contar más. Estoy con mucho miedo porque nos dicen todos los días que no contemos nada.  
Con sus compañeros de 'Aída'.
¿Tendrá Fidel una trama horizontal importante en la que él sea el protagonista?  
Sí, tengo una trama horizontal. Me voy a Suecia de Erasmus porque me dan una beca y me paso unos cuantos capítulos allí, no en off sino en on, es decir, que hay un decorado de Suecia y se va a ver lo que hago allí. Doy clases de flamenco, me enamoro de un guiri, aparece Mauricio Colmenero allí con la suecas, volvemos un poco al destape y es muy guay, la verdad.  
¿Si fuera por ti que te gustaría que le pasara a Fidel?  
Es que mi imaginación en este sentido no llega a tanto. Es lo que te comentaba antes, como separo muy bien cuando escribo y dirijo de cuando actúo, como en ‘Aída’ es un proyecto en el que llevo mucho tiempo actuando no sabría decir qué hacer con Fidel. Si esto lo dirigiese yo haría algo completamente diferente que no le pegaría nada. Todo lo que venga por parte de los guionistas para Fidel me va a parecer una buena opción.  
¿Qué trama de tu personaje recuerdas con más cariño?  
A mí me ha gustado mucho las dos veces que se ha enamorado Fidel. Se enamoró de Jonathan, que se quedó un poco en el olvido esa historia pero fue una trama súper bonita. Fueron dos temporadas pasándolo fatal, fue algo súper innovador y me parece que ahí fue cuando el personaje de Fidel se consolidó. También me gustó mucho la trama en la que se enamora del torero, de Marcial. Son como los amores imposibles de Fidel, cual personaje de Tennessee Williams o Marisa Paredes. También me gusta mucho de Fidel que es un personaje que no se ha quedado en un estereotipo gay, empezó como un gay adolescente, en esa época creo que era razonable  y permisible por que era el único gay adolescente que había en la historia de la televisión, el primero y el único,  y en vez de derivar en algo fácil, en el cliché de homosexual que hay muchos y yo no tengo nada en contra de ellos, para nada, conserva la homosexualidad. ¡No es una aplicación que te puedas poner y quitar! Pero aparte de eso es una persona estudiosa que también se la podría meter en la clase de personajes frikis, el nerd, el intelectual. Creo que es un personaje muy interesante y que además hace un gran favor a todo el colectivo gay.   
¿Qué tiene ‘Aída’ que no tengan series como “Con el culo al aire” u otras de humor?  
‘Aída’ lo que tiene son muchos años de rodaje, se ha convertido en una serie familiar que quiere ver todo el mundo, eso es lo tiene. No me atrevería a decir lo que no tienen otras series. Además creo que las otras tienen cosas maravillosas que tampoco puede llegar a tener ‘Aída’. Cada una es de su padre y su madre y cada una tiene cosas positivas y cosas negativas, pero vamos, creo que se hace muy buena ficción española.   
Hablando un poco de todo…. ¿Te volveremos a ver como maestro de ceremonias en el teatro con ‘The Hole’?  
No, esa fue una etapa maravillosa, me lo pasé muy bien, es una de las obras de teatro de las que más orgulloso estoy como actor y estuvo muy bien, por eso no hay que repetirlo.   
¿Qué tal fue la experiencia con Alaska y Mario en su programa de la MTV?  
Fue muy bien, Olvido es muy amiga mía y la admiro muchísimo. Yo a ella la conozco desde que empecé en Aída que tenía yo doce años, así que imagínate. Suelo quedar con ellos para tomar un café o lo que sea, pero esta vez fue con cámaras delante.  
¿Te gustaría que hicieran un reality de tu vida?  
No, no me atrevería y además sería muy aburrido. La gente se piensa que no soy aburrido pero soy tremendamente aburrido. ¿Quién no ha pensado viendo el reality de Alaska y Mario cómo sería un reality de su vida? Lo pensé también el otro día estando en casa de mi madre comiéndome un filete de pollo a las doce de la noche y le dije: “Mamá, en realidad no podría tener un reality porque sería aburridísimo”. Yo es que en realidad solo trabajo y veo cine, veo mucho cine compulsivamente, así que serían escenas mías en el sofá viendo películas. Sería muy Hanekee, planos fijos como los que hace él. También me lo paso muy bien con mis amigos y tal, pero tener un reality  no es hacia donde yo quiero caminar. Estoy a favor de este formato televisivo, lo admiro. ‘Hotel Glam’ me encantó ‘Gran hermano’ forma parte de la vida de todos los españoles  y me encantan pero la verdad es que los prefiero ver  desde la discreción, desde el sofá y desde un segundo plano.
Lourdes Coné y Sergio Navarro.