"Con este texto, este reparto, y la dirección de Olivares, la obra huele a éxito gordo"
Antonio Molero vuelve a los escenarios con la obra de teatro 'Una boda feliz' en la que comparte cartel con el humorista Agustín Jiménez. En esta obra, que empieza con enlace de conveniencia nos podemos encontrar con que ocurre de todo y Antonio nos adelanta algunas de esas anécdotas que pueden verse en la función, así como sus recuerdos trabajando en televisión con los personajes que le dieron la fama y sus nuevos proyectos.
¿Realmente esta boda es una boda feliz?
Sí,
es una boda feliz. Es una boda que se supone que tiene que ser feliz porque
está diseñada y está ideada para que ganen dinero. El sentido es absolutamente
de negocio, para cobrar una herencia. A partir de ahí empiezan los problemas
porque se miente desde el principio. Comienza con una mentira pequeña y en vez
de decir “es mentira, lo siento”, pues se tira hacia delante y eso no hay quien
lo pare ya.
¿Antonio Molero sería capaz de participar
en un matrimonio de conveniencia?
¡Antonio
Molero no! Por alguna causa digamos moral, en un momento dado puede que sí. Un
refugiado político que tenga que venir, en este caso refugiada, y por hacer
alguna cosa humanitaria no te digo que no, pero por dinero no. Además yo no
estoy casado, yo vivo en pareja pero no soy muy de boda. No estoy en contra de
las bodas pero no es mi naturaleza.
¿Y por un amigo qué qué estarías dispuesto a hacer?
Menos
casarme, de todo. Los amigos están ahí porque los has elegido tú, al igual que
a tu mujer, y son muy importantes. Muchas veces son más importantes que la
familia por eso, porque los has elegido tú y se hacen cosas increíbles por los
amigos y con los amigos.
¿Qué tal ha sido trabajar bajo las órdenes
de Gabriel Olivares, que es uno de los directores de comedia más reconocidos?
Es
verdad, es verdad. Yo había visto cosas suyas, por supuesto, y yo sabía que era
un tipo muy solvente y con pocas tonterías. “Vamos a montar esto que es una
comedia y aquí lo que pone es esto y esto es lo que hay que hacer”. Hay muchos
directores que le dan muchas vueltas a cosas sencillas para llegar al
principio. Él va directamente a los conflictos y a lo que el texto dice que
hacen los personajes. Y ha sido una gozada, la verdad. Un descubrimiento para
mí.
Si sumamos este texto, este reparto y este
director, el resultado es igual a éxito?
Éxito
nunca se sabe pero sí que huele. Huele a éxito gordo.
En las promos de esta obra aparece que tu
personaje lo interpretaba Antonio Garrido. ¿Cómo llega a ti este personaje y
cómo?
¿Cuándo?
Demasiado tarde, porque me ha dado muy poco tiempo a ensayar, la verdad. Ahora
vamos a ensayar antes del estreno y estoy un poco estresado. Pero he hecho
sustituciones de éstas muchas veces en mi vida y estoy casi encasillado en
sustituciones.
Eres “el sustituto”.
Sí,
hay que apagar un fuego, pues allá vamos. Antonio (Garrido) la verdad es que el
otro día fui a ver la función con él y está que se sale. Ahora tengo que estar
yo a la altura. Qué mínimo, ¿no?
Supongo que ver la función con él te habrá
ayudado.
Sí.
Necesitaba verla por trabajo y la verdad es que me alegré mucho. También he
trabajado con un video aparte de con el texto, por supuesto, y bueno, es un
gran actor y es una pena para él porque se va a perder una temporada de
disfrutar mucho, porque son funciones de mucho disfrutar para los actores. Le
han fichado para ‘Amar es para siempre’, por eso lo ha tenido que dejar.
Ahora que nombras una serie, nos mudamos
televisión. Mucha gente te recordará por el personaje de Fiti, para mí siempre
serás Poli…
¡Qué
friki!
…un pelín Sebas (Antonio se ríe), pero
bueno, ¿cómo recuerdas estos personajes?
Pues
mira, muy bien. Han ido desfilando por la tele con unas series tan distintas
unas de otras… Aunque son todas similares pero han ido evolucionando durante todos
estos años. ‘Médico de familia’ era muy inofensiva, muy blanca; ‘Los Serrano’
fue un poquito más cañera, más gamberra; y Sebas de ‘Buenagente’ pues también
tiene otro estilo más modernito. Hay que disfrutar esos momentos de éxito que
no se repiten fácilmente y yo he tenido la suerte de encadenar uno con otro.
¿En la calle quién eres para la gente?
Fiti,
básicamente Fiti.
¿Y te recuerdan tus frases?
“Mayormente”,
“lo que viene siendo”…
Estarás en un capítulo de ‘Frágiles’. ¿Cómo
será tu personaje?
No
me acuerdo cómo se llama. Es un personaje divertido; bueno, más que divertido
agridulce. Es un chaval al que se le muere su novia delante en un alud de nieve
y se queda un poco colgado con el tema. Entonces entre Santi Millán y el otro
intentan sacar a mi personaje de ese cuelgue que tiene. Los tres eran amigos de
la juventud.
Es distinto a lo que nos tienes
acostumbrados: esto no es comedia.
No,
no es tanta comedia. Tiene algún puntito cómico pero no. Dramedia, más bien.
¿Qué
te parece que sea una serie que se haya emitido en verano para probar y se haya
convertido en un éxito?
Pues
mira, que todo tiene su lugar en la parrilla. Es muy probable que si hubiera
competido en prime time en otoño, a lo mejor no hubiera podido renovar.
Y ha
renovado, y en la misma época.
Sí,
sí, sí. Eso está muy bien y ellos están encantados de estar ahí.
¿Y
algún proyecto más?
No.
Porque siempre que hablo de cosas se me gafan.
Entonces
no hables. Lo dejamos aquí.
Están
las cosas como para que se vayan gafando. Ha habido un par de cosas que parecía
que sí, luego que no… De momento estoy encantado con el teatro. Solo haciendo
teatro porque por fin estoy teniendo un poquito más de tiempo libre. Siempre he
compaginado el teatro con tele y ahora muy bien. Todo tiene su parte buena.
Por Lourdes Coné y Sergio Navarro.